Por: José Martínez
Esta semana el tema del Transbus –la empresa de transporte público fundada durante el gobierno de Andrés Granier- se ha puesto en el foco de la opinión pública. Primero por el secuestro y confirmado asesinato de quien fuera uno de sus fundadores, y segundo, por el aseguramiento de algunas unidades que hiciera la Secretaría de Planeación y Finanzas del estado, ante una deuda de más de 800 millones de pesos en impuestos estatales, según ventilaron algunos socios. Este último hecho llevó a que algunos legisladores sostuvieran que esta empresa no puede seguir siendo subsidiada por el gobierno local.
El Transbus tiene su origen en el interés declarado de mejorar el servicio público de transporte en la ciudad de Villahermosa. Para ello los concesionarios de diversas empresas que ofrecían el servicio en las rutas que ocupa el Transbus y el gobierno del estado firmaron en el año 2008 el acuerdo para la modernización del transporte público urbano de Villahermosa. Sería financiado con recursos de un Fideicomiso establecido para tal efecto.
Sin embargo, la empresa de la que diversos concesionarios de transporte tipo combis son socios, ha ido de más a menos. A pesar de ser el medio de transporte que mueve a más gente en Tabasco, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), ha calculado en 114 mil 639 personas a los usuarios por día. Desde su creación en el año 2008, hasta agosto de este año, el Trasnbus ha recibido más de 760 millones de pesos del Fideicomiso para la modernización del transporte, y de los cuales cerca de 500 millones de pesos fueron entregados durante las administración de Andrés Granier.
La empresa se ha visto envuelta en diversos escándalos que tuvieron su clímax con el incendio de más de 40 unidades hace ya un año, y por esa razón, la Fiscalía General del Estado tiene un expediente abierto.
Salta la duda si todos estos acontecimientos se han dado por el interés de quedarse con los millones de pesos que cada año el gobierno les entrega. Y es que al revisar los comprobantes de gastos que entregan a la SCT, se encuentran desde facturas de compra autobuses, capacitación de operadores, compra de uniformes, de gasolina, pagos a los operadores, renta de espacio para aparcamiento y de oficinas, seguros de los autobuses y gastos operativos.
Parece que el mantenimiento no figura entre los gastos que se hacen con los recursos públicos, y que se ha reflejado con el servicio que ha empezado a prestar el Transbus, donde es común que se queden a media calle por alguna avería, los climas no funcionen, el mecanismo para solicitar paradas tampoco, los asideros para el pasaje que va de pie sea inexistente, hasta la queja de falta de pago a los operadores.
Todo esto hace preguntarnos ¿A dónde se han ido los recursos públicos que el Gobierno del estado ha destinado al Transbus? El documento de creación del Fideicomiso para su apoyo señala que estaría vigente hasta el 31 de diciembre del año 2012, en base a que se decidió seguir apoyando a esta empresa a pesar de que los socios sólo reciben las ganancias y sociabilizan el mal servicio. Ha llegado la hora de bajarnos de esta empresa, y buscar otras alternativas.
HABERES
DESPUÉS de tantos problemas que se han juntado en el Tecnológico de Villa La Venta, trasciende que ese plantel educativo se iría al vecino estado de Veracruz. Ahora serían los tabasqueños quienes tendrían que viajar o semanear en aquel territorio, derivado de los constantes cierres y dejar sin clases a los estudiantes.
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