Cerca de 200.000 personas que viven debajo de la presa más alta de Estados Unidos, cerca de Oroville, en el norte de California, recibieron órdenes urgentes de abandonar sus hogares ayer ante el peligro de que ceda un aliviadero de emergencia y provoque una inundación en las localidades cercanas.
“Se ordena la evacuación inmediata de los bajos niveles de Oroville y las áreas río abajo”, dijo el sheriff del Condado de Butte en un comunicado publicado en las redes sociales. “Esto NO es un simulacro.”
El Departamento de Recursos Hidrológicos de California dijo en Twitter a las 4:30 p.m. locales (0030 GMT del lunes) que estaban liberando agua para bajar el nivel del lago después de semanas de fuertes lluvias en un estado castigado por la sequía.