Por: Felipa Nery
En qué terminó el asunto de la disputa de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado?. Recordemos, que la sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó la inconstitucionalidad de la sobre representación del Partido de la Revolución Democrática, quien se compró diputados del PRI, MORENA y PAN, para hacerse de una mayoría absoluta y quedarse por los tres años con la JUCOPO, y ordenó entregarla a la primera minoría, que para el momento de resolver el asunto, esa primera minoría la conformaba el Partido Revolucionario Institucional, sin embargo, en una componenda que se dio entre el Partido de la Revolución Democrática y del Partido Verde Ecologista, representado el primero, por José Antonio de la Vega, y el segundo, por Federico Madrazo Pintado, el PRD le prestó o le vendió, o vaya usted a saber qué arreglos hicieron, para que dos diputados de los que había ‘comprado’ el PRD, Patricia Hernández Calderón, ex priísta y José Atila Morales Ruiz, ex morenista, se pasaran a la filas del PVEM, para que así, esta bancada pudiera tener un mayor número de diputados que el PRI, y se convirtiera en la primera minoría; así, en una sesión extraordinaria celebrada el pasado sábado, una vez definido el nuevo número de integrantes del Partido Verde, entonces se procedió a declarar a Federico Madrazo Rojas, como nuevo presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, dejando en el limbo al diputado Manuel Andrade Díaz, a quien le correspondía asumir el control de la JUCOPO, según se había establecido desde el primero de enero del 2016, cuando se integró la LXIII Legislatura. Ante estas componendas entre el PRD y el PVEM, el diputado Manuel Andrade acuso que no permitieron que asumiera la JUCOPO por las ilegalidades que se han dado en el Congreso, pero dijo, que la ‘la gente sabe cómo se dan las cosas y pone a cada quien en su lugar’, y en relación a las acciones de Federico Madrazo, recordó un pensamiento de su abuelo Carlos A. Madrazo, que decía:’Que no nos vengan a decir, aquí a nosotros, que somos iguales, porque hay dos clases de tipos, los que hemos ganado las charreteras de la vida a pulso, peleando con el destino y conociendo el infortunio de cerca y aquellos a quienes la vida les ha sido regalona y les ha dado las cosas en charolas de éxito, cuando el éxito indica lacayismo y que no nos vengan a hablar de éxito, cuando lo que hay es lodo, vilmente solidificado por el sol que le da apariencia de humano a quien sigue siendo lodo y a quien no vale nada, que no vengan a decirme, decía Carlos Madrazo, que si es igual satisfacción el águila que domina los espacios, y que ve los riscos conquistados por el esfuerzo de sus alas, al torpe reptar de la serpiente que va deslizándose roca arriba y que de pronto pueda asomar también la cabeza en el risco, al igual que el águila, que yo sepa, remataba Carlos Madrazo, nadie que sea hombre, quiere ser serpiente, porque son signos absolutamente enemigos y distantes y la vida, la vida y la gente ubica muy bien, lo que cada quien decide”.
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