Por: Felipa Nery
De ser un joven al que la fortuna le sonrió, por tener como padrino a Fidel Herrera, quien lo llevó al poder a los 36 años de edad, ahora Javier Duarte Ochoa, ex gobernador de Veracruz, a sus 43 años de edad ya está en una cárcel de Guatemala, donde fue detenido por las autoridades de aquel país, ante un reclamo de las autoridades mexicanas que lo buscaban desde el 20 de octubre del 2016, fecha en que fue declarado prófugo de la justicia y la Procuraduría General de la República ofrecía 15 millones de pesos a quien informara de su paradero. Según una bitácora de un vuelo privado que salió del Estado de México, dada a conocer por el periódico El Universal, fue el viernes de esta Semana Santa, cuando salieron familiares del ex gobernador junto con sus hijos, rumbo a Guatemala y las autoridades mexicanas tenían conocimiento que unos tres días antes el ex gobernador había cruzado la frontera de México con Guatemala; así, poniéndole cola a sus familiares que viajaron en un jet privado, llegaron hasta el lujoso hotel ‘La Riviera de Atitlán’, con vista dicen, al lago más bello del mundo. De esta forma, termina el calvario en el que seguramente se le había convertido su vida, al andar prófugo de la justicia, pero ahora inicia otro, el de la privación de la libertad, el estar sometido al encierro de cuatro paredes, donde seguramente pasará muchos años, con los indispensables mínimos para sobrevivir, como la cama, cobija, alimento, ahora, en un penal militar de Guatemala y próximamente en un penal mexicano, donde será traído como un trofeo del gobierno federal que ‘lucha por el combate a la corrupción’, y les cae al gobierno y a los priístas, como anillo al dedo, en estos momentos de campaña álgida en el Estado de México, donde hacen malabares para tratar de retener el poder con uno más del grupo Atlacomulco, Alfredo del Mazo III. Así, el joven Javier Duarte Ochoa, que de ser el auxiliar de su padrino, Fidel Herrera Beltrán, en la Cámara de Diputados, pasó a ser el secretario particular de su campaña como candidato a gobernador, después subsecretario de Finanzas en el gobierno, secretario de Finanzas, diputado federal y después lo convirtió en su sucesor en el gobierno de Veracruz. Desde finales del gobierno de Fidel Herrera se empezó a conocer la descomposición social que vivía Veracruz, misma que se asentó en el gobierno de este joven que tenía poco conocimiento y experiencia política para controlar el estado, donde las mafias de la delincuencia sentaron sus reales y convirtieron a esa entidad en un sembradío y tiradero de cadáveres por todas partes, sin que el gobernador tuviera la capacidad de responder y encontrar respuesta a esta problemática, a esto se sumó la mala administración de los recursos públicos, que llevó al caos al gobierno de Javier Duarte Ochoa, a quien se le acusa de todo, de corrupción y delincuencia organizada, principalmente. Vamos a ver hasta dónde llega esta justicia mexicana.
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