Por: José Martínez
El lunes inició un paro laboral de elementos de Seguridad Pública ante la supuesta falta de cumplimiento por parte del Gobierno del estado por demandas planteadas con anterioridad, esto según lo señalaron los mismos policías.
El tipo de acciones de presión no son nuevas. En el gobierno de Roberto Madrazo se vivió y Andrés Granier Melo tuvo la peor crisis. Hubo quienes, como Manuel Andrade, ‘la llevaron bien’ con los jefes de una corporación complicada y conflictiva. La oposición perredista acusó que fue en el sexenio 2001-2006 que se dejó crecer la llamada ‘Hermandad’, una cofradía de complicidades y venta de protección. Otros afirman que ese supuesto pacto de sangre es mera imaginación.
Nadie está en contra de las justas demandas ante la falta de equipamiento y las mejores condiciones para que los policías estatales puedan realizar su trabajo. Esta situación ya fue reconocida y está en proceso de corrección por parte del gobierno. Así se comprometió el secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres.
Muchas de estas demandas ya están consideradas dentro de las acciones del Programa Integral de Seguridad Pública, para el que se está negociando un financiamiento externo. Otras tienen que ver con la difícil situación de la seguridad que se vive en el país.
Hay que recordar que la seguridad pública es una responsabilidad del Estado, y es un derecho de la ciudadanía que se garantice. Pero igual, los que integran la corporación tienen un deber, y es precisamente la de brindar y cuidar la integridad de los ciudadanos.
La sociedad no debe pagar las consecuencias de las irresponsabilidades de quienes al entrar a una corporación policiaca saben de su deber, que es velar por la seguridad de los tabasqueños, y ahora, guiados por personas ajenas, buscan desestabilizar la corporación. Por lo menos un grupo ha sido señalado de estar operando con intereses externos y extremos.
De acuerdo a declaraciones del propio secretario de Seguridad Pública, casi la mitad de los elementos han reprobado el examen de control de confianza, y a pesar de ello se les continúa considerando, y se les ha apoyado para no perder su trabajo.
Son acciones que los paristas han olvidado, y como mencionó Gustavo Rosario en una entrevista, solo exigen beneficios para ellos y no parecen tener interés en asumir sus responsabilidades. Son responsabilidades para los que se les paga. Es evidente que hay buenos elementos perjudicados por unos cuantos.
Muchos ciudadanos fueron testigos del uso de las patrullas y otros vehículos policiacos para acciones ajenas a su trabajo durante la noche del lunes, cuando se supone deberían estar resguardadas en las instalaciones de la Secretaría. Los efectos ya se están sintiendo. El comisionado de seguridad pública ha afirmado que ha habido un repunte de robos en un 10% ante esta situación.
Es evidente que no todos los elementos están de acuerdo con estas acciones, algunos han optado por separarse del movimiento y esperar que las cosas vuelvan a la normalidad, y otros laboran con normalidad.
Mientras tanto, el gobierno estatal ha logrado que elementos federales resguarden al municipio de Centro, mientras se resuelve este conflicto esperando que no se prolongue demasiado, porque la factura es muy costosa para los ciudadanos.
HABERES
LA ENTREGA oficial de la Jucopo se llevó a cabo. Federico Madrazo firmó los documentos que avalan el regreso de José Antonio de la Vega. Ahora vienen las horas de trabajo. No debe haber más pretextos.
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