Por: José Martínez
La prevención en cualquiera de los temas en la vida del ser humano es un paso gigantesco, sobre todo cuando se trata de la salud.
Hace muchos años se decía que ver a un niño con sobrepeso era sinónimo de estar sano. Hoy, de acuerdo con investigaciones, es un indicador de alerta temprana de enfermedades en el infante, las cuales arrastrará hasta su adultez, y en caso de no tratarse a tiempo, disminuirá su calidad de vida.
Se dice que México cuatro de cada diez niños padecen obesidad, y se estima que, de continuar con esa tendencia, para el 2025 habrá 70 millones de mexicanos menores de edad con sobrepeso, una cifra que llama mucho la atención y que debe obligar a pensar a las autoridades.En Tabasco los índices son mayores.
En general, uno de los problemas que tienen los jóvenes para aumentar de peso son los factores psicológicos como la ansiedad y depresión, ya que éstos ocasionan un alto consumo de azúcares o dificultad para dejar de comer.
Tabasco de manera general ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en obesidad, y de acuerdo Jesús Peralta Olvera, titular del área de prevención de la Secretaría de Salud, más de 18 mil niños menores de cinco años presentan este problema.
La pregunta es: ¿qué pasa? Algunos estudios señalan que es desde la propia casa donde se inicia el problema. Los padres de familia hacen ‘malabares’ por las mañanas, y los primeros alimentos que dan al niño es la comida chatarra, incluyendo lo que toman.
Ante esa preocupación, la Secretaría de Salud está implementando en las escuelas -sobre todo en primarias- programas preventivos, el sentido es reducir la masa corporal y evitar que sigan las enfermedades.
El problema es cuando se regresa a casa, y encuentran, otra vez, alimentos que no les benefician. Por ello el trabajo debe ser en conjunto, donde todos participemos y seamos responsables de nuestros hijos, para evitar que desde la infancia se desarrolle la diabetes, presión arterial, colesterol alto, y triglicéridos.
Peralta Olvera aseguró que existe coordinación entre la SETAB y la SSa para atender esta problemática entre los infantes, destacando que se fomenta entre otras cosas, el uso de bebederos de agua al interior de los planteles escolares.
Y abundó que existen programas específicos para trabajar en cuanto a la obesidad infantil, como lo es ‘estilos de vida saludable y prácticas del ejercicio físico’, a favor de una adecuada nutrición en la población escolar, que se compone principalmente de tres vertientes o tres ejes fundamentales: la primera es la buena alimentación que se hace a través de ciertas actividades, como pláticas en las escuelas, y la segunda vertiente, es el ejercicio, es decir, caminar o alguna actividad de manera aeróbica, y el tercero, que es el consumo de agua simple.
Nada difícil, sin embargo, cuesta trabajo acostumbrarse a dejar la comida chatarra, sobre todo cuando los niños no tienen la vigilancia adecuada desde casa.
HABERES
SOBRE las reelecciones de alcaldes y regidores, ahora estas autoridades lo andan pensando, ya que deberán separarse de su cargo 90 días antes de la elección de 2018. ¿Y si no quedan? De todas formas, hay que vigilar muy bien el uso de los recursos públicos.
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