Crece incidencia delictiva

Por: Felipa Nery

De acuerdo a las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los últimos meses los índices delictivos del país y en especial de Tabasco, han ido a la alza. De acuerdo a la organización México Evalúa, que revisó las estrategias anunciadas en el 2016 por el gobierno federal para incidir en los 50 municipios más violentos del país, en 44 por ciento de estas demarcaciones, en vez de disminuir la violencia, esta se incrementó significativamente;  cuestiona además, el hecho de que las autoridades no dan a conocer ninguna auto evaluación del trabajo que realizan para comparar resultados, o si lo hacen, no lo dan a conocer porque saben que no han encontrado la forma de combatir la delincuencia, a pesar de la intervención del Ejército y la Marina. Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que los homicidios dolosos, los secuestros, los robos con violencia y robos de autos, registrados en lo que va de este año 2017, son las cifras más altas de los últimos 20 años. En estos primeros seis meses de 2017, se reporta que han abierto 12 mil 155 carpetas de investigación, cifra que supera de forma alarmante las 9 mil 300 carpetas que se abrieron en el mismo período en 2016. En cuanto a la entidad, los municipios con mayor incidencia delictiva son: Huimanguillo, Centro y Macuspana, donde resaltan los homicidios dolosos, el secuestro, la extorsión, el robo con violencia, el robo de vehículos, robo a negocios, a transeúntes y a casa habitación. Tabasco está en proceso de inversión de los 700 millones que obtuvo del empréstito que le autorizó el Congreso del Estado para mejorar la seguridad pública, pero al igual que las estrategias del gobierno federal, no se ha dicho de qué manera se va a evaluar el impacto o los resultados que debe arrojar esa inversión económica en materia de seguridad pública. Y es que sin duda, que tanto el gobierno federal, como de las entidades, han confundido las estrategias para combatir el problema de la inseguridad que se vive la mayoría del territorio nacional, con algunas excepciones, como sería Yucatán, que no tiene altos márgenes de violencia. Mientras no se combatan las causas que llevan a delinquir, no habrá resultados, por más recursos económicos que se destinen para la seguridad pública. Los problemas son: la corrupción desde las mismas instituciones que se encargan de combatir la delincuencia, la corrupción por parte de los altos funcionarios públicos de los gobiernos estatales, que envían mensajes a la sociedad de la impunidad de que gozan; y sobre todo, la desigualdad social, que mantiene en la marginación a millones de jóvenes que no encuentran la oportunidad de emplearse en un trabajo honesto que le permita vivir dignamente. No se pueden seguir invirtiendo millonarios presupuestos públicos en las entidades, sin tener como destinatarios a los jóvenes que son los principales involucrados en los conflictos con la justicia.