Y Graco aspira a ser candidato presidencial

Por: Felipa Nery

Centenares de habitantes del estado de Morelos, encabezados por el rector de la Universidad Autónoma de esa entidad, el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro, Javier Sicilia, representantes magisteriales y otras agrupaciones de la sociedad civil, iniciaron una marcha el pasado lunes con rumbo a la Ciudad de México, para denunciar ante las autoridades correspondientes los atropellos que vive la sociedad de esa entidad por parte del gobierno estatal que encabeza el perredista Graco Ramírez, de quien demandan su destitución y señalan de dirigir el peor gobierno de la historia de esa entidad en los últimos tiempos, en el que se han incrementado los niveles de inseguridad, la injusticia, la corrupción y los desaparecidos. Graco Ramírez, quien llevaba muchos años aspirando a gobernar Morelos, alcanzó el triunfo en el 2012 con el respaldo del entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, sin embargo ahora que está en el poder la soberbia le ha ganado y lo ha desconocido, pero no sólo eso, sino que a pesar de no dar resultados en el estado que mal gobierna, aspira a ser candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática. Graco Ramírez Garrido se ha caracterizado por ser un gobernante déspota, arrogante, que además, ha incluido en la nómina gubernamental, a su familia, a su nuera y a su ex esposa, quienes disfrutan de jugosos salarios, según las denuncias que han presentado los representantes de las organizaciones que ahora marchan rumbo a la Ciudad de México para denunciar las arbitrariedades e incapacidades de este gobernante que a pesar de sus ineptitudes para dar resultados, ahora se auto promociona en busca de ser candidato presidencial. Las acciones emprendidas por ciudadanos organizados de Morelos, debe servir de ejemplo para otras entidades, en especial de Tabasco, para que los ciudadanos se empoderen, se organizan y salgan a las calles para exigir a las autoridades que cumplan con el deber que les corresponde. Mientras los ciudadanos no estén organizados y unidos, el pronunciamiento de voces de manera separada y aislada, no prosperan y por el contrario, las autoridades las aplastan, en cambio cuando los ciudadanos se organizan y unen para reclamar juntos, las presiones son mayores a los gobiernos autoritarios que se consideran absolutos. La división de la sociedad tabasqueña de los últimos tiempos, ha provocado que los gobernantes se olviden de las promesas que hacen en campaña de trabajar a favor del bienestar común, por lo que hemos visto que con el devenir de los años, las condiciones sociales en vez de irse superando, cada vez es mayor el detrimento. En las campañas los políticos ofrecen trabajar por la unidad y la recuperación de los valores de la sociedad y cuando llegan al poder, se les olvidan las promesas de campaña y lo que hacen es repetir las mismas acciones de sus antecesores. Por ello es importante que la sociedad deje de seguir diciendo que lo que aquí pasa no les importa, o que no es su problema, porque sí son problemas que nos competen a todos.