Por: Felipa Nery
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quien antes había referido que en México el bono demográfico de su población joven era desaprovechado, porque las mayorías de los jóvenes no tenían la oportunidad ni de estudiar, ni de trabajar; este organismo internacional ahora resalta que México ocupa el último lugar entre los países que dieron acceso a la educación superior a personas mayores de 25 años; ah, pero no obstante lo señalado por la OCDE, el secretario de Educación, Aurelio Nuño, quien es uno de los apuntados para ser el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional, expresa su satisfacción por el informe presentado y dice que ‘hay avances relevantes en diversas áreas del sistema educativo nacional”. En su estudio, la OCDE refiere que sólo dos de cada 10 adultos mexicanos han tenido acceso a estudiar una carrera universitaria, el promedio más bajo para los países afiliados, además de continuar con el mayor porcentaje de Ninis. Estas cifras frías, que nos hablan de los porcentajes de jóvenes sin oportunidad de estudiar, ni de trabajar, reflejan la situación social en la que se encuentra el país; ya antes, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, había dicho que el narcotráfico ‘está ganando el bono demográfico en México’, al reclutar de manera masiva a los jóvenes en etapa productiva, y efectivamente, si revisamos los medios de comunicación que dan cuenta de la detención de personas en conflicto con la ley por acciones delictivas, un alto porcentaje son personas jóvenes y otro tanto que pierde la vida por estar involucrados supuestamente, en hecho ilícitos, y otro más aparecen en las listas de los miles de desaparecidos en este país, a quienes su familia busca, porque no saben que ha ocurrido con su paradero, ya que pudieran haber corrido la misma suerte de los jóvenes de Ayotzinapa. El país y por supuesto las entidades federativas, han estado gobernados por personas mayores, que no han tenido la visión para ponerse de acuerdo y llevar a cabo políticas públicas que den respuesta a los derechos humanos que tienen estos jóvenes, de recibir educación, de trabajar y poder tener una vida digna, pues es un hecho, que ni los jóvenes que han incursionado en actividades ilícitas, tienen una vida digna, pues si bien pueden acceder a recursos económicos y quizá a algunos privilegios, estos son sólo pasajeros, que difícilmente pueden disfrutar con libertad, porque tienen que andar a escondidas y huyendo de las autoridades, porque si no caen en la cárcel, en cualquier momento pueden perder la vida, o por parte de las corporaciones que los persiguen, o por enfrentamientos entre las mismas bandas. Así es que México no puede congratularse de la situación que viven hoy los jóvenes, porque no se vislumbra un panorama que les permita tener la certeza de un futuro prometedor, en el que puedan vivir con dignidad, como seres humanos.
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