Se acabó. Este fin de semana se disputará el último Gran Premio de Malasia, al menos con una carrera tal y como la que se venía haciendo desde 1999. Atrás quedará uno de los Grandes Premios más demandantes del calendario, el cual por el calor y la humedad extremas exigía el mejor estado físico de los pilotos.
En la memoria de Sepang quedarán las hazañas de Eddie Irvine, el primer piloto en ganar en este circuito, de Schumacher, supremo en 2000, 2001 y 2004, y de aquellos que vencieron las inclemencias del clima tropical para alzarse con una victoria en el trazado de 5.5 kilómetros.
Vettel dejará su nombre escrito en la historia del trazado como el hombre que más veces recibió una bandera a cuadros a bordo de un auto de la máxima categoría, toda vez que en cuatro ocasiones no hubo quien pudiera superarlo.
El domingo, el alemán necesitará más que nunca el toque que se le vió en 2010, 2011, 2013 y 2015, para regresar a la batalla del campeonato mundial, pues una mala racha lo tiene 28 puntos por debajo de Lewis Hamilton, a seis carreras de que acabe el campeonato.
Ahora más que nunca, las glorias de Ferrari deberán volver, pues con 102 puntos de desventaja en el campeonato de constructores lo que haga en Sepang será defintivo para la temporada.
El circuito internacional de Sepang cuenta con 5.543 kilómetros de longitud y 15 curvas, que este domingo se tendrán que completar en 56 ocasiones para completar la distancia del Gran Premio.
Como en las últimas carreras, habrá dos zonas de DRS, y sólo basta ver el trazo de la pista para saber que la primera se dará en la recta de meta y la segunda en la recta trasera.
Como es de esperarse, la estrategia de los neumáticos será definitiva para obtener la victoria y Pirelli pondrá a disposición de los equipos compuestos medios (blancos), blandos (amarillos).
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