El síndico del municipio michoacano de Nahuatzen murió en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia de Michoacán PGJE.
El funcionario fue detenido el 5 de diciembre junto a otras dos personas y puesto a disposición de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro.
De acuerdo al informe de la Procuraduría, en las primeras horas de este miércoles cuando consumían alimentos en el área de recepción, Abraham S. empezó a convulsionar y murió de un infarto.
Al empleado municipal se le relacionaba con el secuestro de un familiar del alcalde de Nahuatzen, ocurrido el pasado 22 de noviembre en ese municipio.
Sobre estos hechos, el procurador estatal, José Martín Godoy Castro confirmó el deceso y las causas descritas, descartó se trate de un caso de tortura o abuso policial.
Al momento de estar en las oficinas, empezó a sufrir una alteración en su salud, se le empezó a mover la mandíbula y le empezó a dar un ataque, se pidió auxilio de una ambulancia, sin embargo, ya cuando llegó la persona había fallecido”, dijo José Martin Godoy Castro, procurador de Michoacán.
Godoy Castro dispuso que ya se solicitó la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a fin de que vigile las actuaciones forenses de la PGJE y confirme las causas que dieron origen a la muerte del síndico.
Ahorita estamos pidiendo Derechos Humanos que nos acompañe en la elaboración de la necropsia, igualmente se estará filmando para despejar cualquier tema de otra naturaleza y que quede claro que todo parece indicar que muy probablemente se trate de un infarto”, indicó.
El secretario de Seguridad Pública de la entidad, Juan Bernardo Corona Martínez, dijo que al momento no se reportan manifestaciones u otro incidente en aquella comunidad de la meseta purépecha.
De momento está tranquilo el ambiente, ahorita tenemos una reunión muy cerca de ahí en Paracho, estamos atendiendo una problemática también de Chilchota, pero el reporte que tenemos que hasta ahorita está todo tranquilo”, comentó Corona.
Los tres requeridos eran sujetos también al tipo penal de cohecho, presuntamente cometido en flagrancia, cuando los imputados intentaron sobornar a los agentes policiales para no ser detenidos, su captura fue efectuada en las inmediaciones de un centro comercial de la ciudad de Uruapan.
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