Gana el hartazgo social rumbo al primero de julio

José Martínez

Andrés Manuel López Obrador ha montado su discurso en dos aspectos que le duelen a México. El primero es la violencia y la inseguridad, y el segundo, con más énfasis, la corrupción. Como telón de fondo aparece la pobreza.

Una y otra vez declara en los mítines que realiza de cara a la elección que será el primero de julio: si el país no se quita de encima estos problemas, es difícil que pueda salir adelante.

Nos recuerda a cada momento que se necesita un cambio, profundo, severo, quizá rayando en lo radical. Que todos debemos participar, porque ya son muchos años de retraso, y es urgente atacar esos males.

Como propuestas dice que los militares deben salir de las calles, que la violencia no se ataca con la violencia. Respecto a la corrupción su fórmula es bajar los imponentes sueldos, quitar las pensiones a los ex presidentes, y darle más a los que menos tienen, y de esa forma ir ahorrando.

Se debe destacar que la elección del domingo será la más grande de la historia de México, porque además del presidente se elegirán ocho gobernadores, el jefe de Gobierno de la capital, 500 diputados, 128 senadores y casi 3.000 cargos públicos.

Quizás por esa razón Obrador insiste que es la oportunidad de un cambio, porque tan solo el 2017 se consideró como el más violento en la historia, sin contar con los desaparecidos.

Derivado de ello, el ciudadano común, al que más le duele esos actos, exige que se pare de una vez por todas los crímenes.

Pero quizá no sean esas dos acciones las que tengan a un México desesperado, más bien se trata de todo un conjunto de problemas que lo ha llevado al límite, y se convierte en hartazgo.

El rechazo a la gestión del actual presidente, casi de un 80%, es un parámetro que dice mucho, y es López Obrador quien supo capitalizar ese hastío.

No es el único motivo de hartazgo en un país de 120 millones de habitantes donde el número de trabajadores que no gana lo suficiente como para alcanzar la canasta básica pasó del 32% de 2006 a un 39% el pasado año, según datos oficiales; un país donde uno de cada tres trabajadores formales no logra mantenerse con lo que gana.

La fórmula de gobernar del PAN y ahora del PRI, al parecer se ha desgastado, si nos atenemos a las encuestas. Y ante ese escenario, todo lo que se le diga del puntero le resulta inmune. Tanto Ricardo Anaya, de un histórico frente del PAN y PRD, como a José Antonio Meade, un candidato externo del PRI, le ha sido muy difícil contrarrestar el discurso anti sistema de AMLO, quien lo viene sosteniendo desde hace más de veinte años.

No habrá más debates. La intensidad de los enfrentamientos bajó su ritmo. No hubo espacio en esta contienda para retomar el acuerdo de alternancia entre el PRI y el PAN para apoyar a un solo candidato, como se afirma sucedió en 2006 y 2012. Ahora se debe esperar cómo jugarán en la jornada electoral los contendientes que están, cada uno, con sus propias fuerzas.

HABERES

POR unanimidad, el Consejo Estatal del Instituto Estatal y de Participación Ciudadana (IEPC), aprobó que los votos que saque el PVEM en la elección para gobernador, serán contados como nulos, tras la renuncia oficial de Óscar Cantón a dicha candidatura. El secretario Ejecutivo, Roberto Félix, detalló que el Partido Verde ya no podrá sustituir candidato al Gobierno, toda vez que el plazo venció el pasado 10 de junio, razón por la que dijo que la votación que saque dicho instituto político en la elección de diputados locales, será tomada en cuenta para determinar el registro y sus prerrogativas. No contará la de gobernador donde no tienen candidato.