Cuerpo: vehículo expresivo, es el taller que impartió la maestra Valentina Garibay, en la Casa de Arte José Gorostiza. En él enseñó a los participantes a explorar su cuerpo para no sólo enfocarse en los movimientos, sino aprender a cargar y dotar de una sensación o emoción cada movimiento, para que el cuerpo no solamente exprese eso.
“Nuestro cuerpo tiene que comunicar y no como el de un bailarín a partir únicamente de la belleza de la forma, sino transmitir la emoción a partir del cuerpo, transmitir el drama y el conflicto que puede existir”, puntualizó.
Además, se debe observar cómo se trabaja el movimiento a partir de una sensación o de una emoción precisa, se transforma en otra cosa y se vuelve mucho más expresivo, dijo. Para ello los alumnos hicieron un ejercicio que consistió en una cadena de 10 movimientos, creados por cada participante. Seguidamente, les pidió que comunicaran un sentimiento que tuviesen y analizaran de qué manera podían traducir esa emoción a la expresión corporal con la cadena.
De igual forma analizaron la reacción del actor y del espectador ante un estímulo real y uno fabricado, y el equilibrio y el desequilibrio físico.
Garibay dijo sentirse muy contenta y sorprendida con el grupo que le tocó, porque estaba preparado, tanto en lo físico como en la concepción de lo que significa estar en escena.