Alcaldes, oportunidad para dar desarrollo a sus municipios 

José Martínez

Es curioso escuchar en cada inicio de trienio -en referencia a las autoridades municipales-, cuando hablan sobre desarrollo y al mismo tiempo lo combinan con democracia.

En sus campañas cuando recorren comunidades, villas, poblados y colonias, llenan su baúl de esperanzas y tratan de ofrecer mejores sueños que sus antecesores.

El municipio, en su más estricto apego, debería tener un objetivo principal: reactivar una economía sustentable para sus gobernados, donde el Estado debe tener una mínima participación, sólo como regulador para evitar abusos e impulsor del desarrollo.

Lo ideal es que busquen ser autónomos. Explicaba don Enrique González Pedrero en uno de sus artículos que en su momento publicó en el diario Universal, y que fueron recogidos en el libro “Puntos de referencia”, que los ayuntamientos deberían volverse motores para el desarrollo, catalizando las auténticas demandas recogidas en la base. Y para que el municipio pudiera cumplir su nueva función de promotor del desarrollo social era necesario garantizar su autonomía, en un marco de libertad para crear un programa mínimo municipal.

Se refiere entonces a una organización, una planeación sólida, donde prevalece la consulta ciudadana, parte esencial para formar el binomio dentro del gobierno.

Los municipios como prestadores de servicios y facultados para desarrollar sus planes de trabajo, deberían entretejer sus políticas públicas, pensar en quienes habitan en cada rincón de sus localidades bajo una democracia social.

Sin embargo, al final de cada mandato sucede todo lo contrario. Dejan una presidencia municipal con déficit. En el paquete entran proveedores, laudos, pago de luz eléctrica, obras que se quedan inconclusas, y otras que nunca iniciaron como darle mantenimiento al drenaje o construir alguna planta potabilizadora.

¿Qué sucede entonces? En realidad nunca trazan su planeación, y se olvidan del proyecto principal: brindar desarrollo.

Ahora se tiene una nueva oportunidad. El primero de julio fueron elegidos con el voto popular 15 ediles de los 17 municipios bajo el estandarte del partido Morena, y estarán apoyados por senadores y diputados federales del mismo instituto político.

En caso de fallar, los señalamientos entrarían en lo serio, en lo público, porque además van de la mano del Presidente de la República.

Platicaba el alcalde electo de Macuspana, Roberto Villalpando, “no habrá dinero en las arcas municipales, pero con urgencia voy a presentar proyectos para todos los sectores, será una clave a mi favor para poder bajar recursos”.

Dijo estar consciente que habrán partidas presupuestales, pero todas están etiquetadas, con un destino, en su mayoría, al gasto corriente.

Terminó la etapa de las ofertas. En octubre iniciarán sus actividades. Caminarán con el beneficio de la duda, pero el mayor de los retos vendrá en el primer año de su administración, cuando demuestren que en verdad hay cambios y desarrollo en sus respectivos municipios.

HABERES 

LÓPEZ Obrador encabezó una reunión el pasado sábado con los 32 delegados del país, donde nombró a los 264 delegados regionales y se destacaron los 25 programas y acciones que se pondrán en marcha durante el sexenio. Tabasco se dividió en cinco delegaciones: la Región Sierra que coordinará Alma Espadas Hernández; La Chontalpa, Oscar Ferrer Ábalos; Centro, Juan Antonio Ferrer Aguilar, mientras que la Región Ríos estará a cargo de Jesusita López Garcés, y la región Tenosique de Carlos Villanueva. Enorme responsabilidad.