Insiste López Obrador: no está permitido fallarle a la gente 

José Martínez

Por segunda ocasión Andrés Manuel López Obrador les recordó a los dirigentes y futuros funcionarios de Morena, el partido del Movimiento de Regeneración Nacional que asistieron a un congreso nacional extraordinario, los lineamientos para no caer en la tentación de hacer del poder un modo de vida fácil, y sobre todo, aprovecharse del cargo.

Al parecer AMLO tiene dudas justificadas que alguno(a) se le vaya a salir del carril y abra un boquete al proyecto que lo hizo Presidente de México. Los primeros obligados a estar atentos al reclamo del pueblo son los morenistas.

Insistir no está demás, y como ejemplo puso al gobierno de Vicente Fox, el cual llegó al poder por el voto de la oposición y gracias al enorme esfuerzo del movimiento neocardenista, se daba por entendido que habría un cambio por la primera alternancia política pero fracasó. El PAN traicionó la confianza, según la izquierda.

Ahora el Presidente electo vuelve a la carga, y apunta de nuevo: lo nuestro es auténtico y será distinto. No vamos a decepcionar a nadie, como ha sucedido con movimientos que han creado expectativas y se han desvanecido, ni vamos a actuar como dirigentes, que al llegar al poder se traicionan así mismos y a sus seguidores. El mensaje fue claro.

Y abundó que si el cambio va a fondo. El gobierno surgido del Movimiento de Regeneración Nacional dedicará toda su atención en establecer un auténtico Estado democrático de derecho; en acabar con la corrupción y la impunidad; en combatir la desigualdad y la pobreza y en fortalecer valores culturales, morales y espirituales.

Resaltó otra vez que se tiene que terminar con la corrupción. Sin embargo, se debe entender que no todos traen la formación de AMLO. No todos lucharon como un líder social ni están identificados con la ayuda desinteresada a sus semejantes.

Lo reconocen los propios fundadores y dirigentes de Morena: a ese partido y movimiento ingresaron de los más diversos colores y prácticas. Se supone que se reformaron, se regeneraron.

“Es un sueño que aún no se cree”, comenta, pero que afortunadamente es real. Lo que no es tanto así es la convicción de cada uno de los personajes que ganaron un espacio en un congreso, una senaduría, cualquier otro cargo de elección o quienes lo acompañarán más en su gabinete.

A López Obradorle importa que memoricen que deben actuar con honestidad… por el proyecto, por ese trabajo de años que vino realizando con los chontales, caminatas, ser izquierda entre la izquierda, y señalar siempre lo que estaba mal en una administración.

El morenista tiene la camiseta puesta, y es lo que espera él de sus cuadros. Y les recordó una anécdota para sensibilizarlos: “Hace seis años, en momentos de desolación, luego de las elecciones del 2012, escribí un libro que titulé No decir adiós a la esperanza, y transcribí un fragmento de un poema de Carlos Pellicer dedicado a Bolívar, a quien enfermo y en medio de malos acontecimientos, un amigo que le amaba, le preguntó: “Y, ahora, ¿qué va usté a hacer? ¡Triunfar!”. Así respondió con loca fe el libertador”.

Tal vez deberían aprender y llevarlo a la práctica. Porque queda ahí el temor de López Obrador por quienes no puedan resistir el canto de las sirenas.

HABERES 

Como lo anunció, la ex lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, dio su mensaje público. Dijo que la reforma educativa se ha derrumbado; que sufrió una persecución política, y ahora se hace promueve como inocente. ¿Será que olvidemos el estado en que dejó la educación pública y al sindicato de maestros? Regresarla al control de un servicio de Estado sería un gravísimo error.