El líder norcoreano, Kim Jong Un, se ofreció hoy al término de su cumbre con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, a desmantelar más instalaciones de su programa armamentístico, un nuevo gesto simbólico hacia Washington para subrayar su compromiso con la desnuclearización.
En la declaración firmada por Kim y Moon, el primero promete cerrar permanentemente Yongbyon, donde el régimen produce el combustible para sus bombas atómicas, siempre que Estados Unidos tome “medidas correspondientes” con lo acordado por ambos países recientemente en la cumbre de Singapur.
Pese a que Yongbyon (unos 80 kilómetros al norte de Pyongyang) es el epicentro del programa nuclear norcoreano, el anuncio aún tiene un peso más simbólico que real en lo que respecta al proceso de desnuclearización preacordado en junio -y sin ningún tipo de especificaciones- en Singapur.