Educación sin servidumbre

Felipa Nery

Desde la constitución de 1857, en México se estableció la separación de las funciones del Estado y de la iglesia, asimismo, el artículo tercero constitucional señala que la educación que imparta el estado será laica, es decir, ajena a cualquier doctrina religiosa, “esta educación debe tender a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano”… “el criterio que orientará a la educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios”.  En México, al asumir el cargo los funcionarios públicos, deben rendir la protesta de ley de cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, por lo que es evidente, que la alcaldesa de Centla, Guadalupe Cruz Izquierdo, violó la Constitución el día que un pastor de una iglesia protestante realizó un ritual, en el mismo acto público donde ella rindió protesta como Presidenta municipal. No sabemos si la señora Cruz Izquierdo conozca estas disposiciones constitucionales, pero el desconocimiento de la ley, no la exime de responsabilidad, sobre todo, porque los funcionarios públicos sólo pueden hacer lo que les permite la ley. Sus asesores, sus colaboradores, o los funcionarios de la administración saliente que prepararon este evento, debieron advertirle de la falta en la que incurriría, si es que este acto religioso fue programado. La alcaldesa de Centla, obtuvo el triunfo, bajo las siglas del partido Movimiento de Regeneración Nacional, partido que creó Andrés Manuel López Obrador y que con su fuerza política logró que el pasado 1 de julio, este instituto político alcanzara el triunfo en 15 de los 17 municipios y Andrés Manuel, es un apasionado creyente de las ideologías liberales de Benito Juárez, quien durante su gobierno quitó a la iglesia todo tipo de injerencia en el gobierno, que aún conservaba desde los tiempos de la monarquía que durante 300 años gobernó a la Nueva España. Desde 1824, en México se adoptó una forma de gobierno republicana, no una monarquía, sino que se optó por el Estado liberal que proponían los ideólogos del estado moderno, Juan-Jacques Rousseau, Montesquieu, Diderot, Voltaire, John Lock, que consideraban que era el pueblo el que debería designar a sus gobernantes y no un “ser divino” que nadie veía, y que permitía que ese monarca o rey, se convirtiera en un ser déspota, abusivo y arrogante en contra de los súbditos. Por eso mismo, nuestra Constitución ha establecido que la educación debe servir a las personas para superar todo tipo de servidumbres, fanatismos y prejuicios. Si bien la democracia permite que en nuestro país cualquier persona pueda acceder a un cargo de elección popular, es decir, que no se exigen títulos universitarios, ni ningún grado de estudio, esto no significa, que quienes lleguen al cargo, con la excusa del desconocimiento de la ley, puedan cometer arbitrariedades y pasen por encima de las disposiciones constitucionales, legales y convencionales, que están obligados a cumplir y hacer cumplir.