Rechazan ONGs la Guardia Nacional

El intento, y ya proyecto de reforma constitucional, del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador y de su partido Movimiento de Regeneración Nacional, de crear una Guardia Nacional con mando militar no debe convertirse en la militarización del país, ni debe ser una respuesta contraria a la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró la inconstitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior, por considerar que el Congreso de la Unión no tiene facultad para legislar en la materia. No puede convertirse este caso en algo parecido a lo que hicieron Felipe Calderón y el Congreso de la Unión, que legislaron en contrario al mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que había declarado inconstitucional el arraigo que se encontraba en los códigos penales y que, Presidente en el 2008, envió una iniciativa de decreto constitucional que fue aprobada y dejó escrito en la Constitución General de la República, en el artículo 16, la figura del arraigo, que es contraria al derecho internacional que México se ha comprometido a cumplir en materia de derechos humanos, de respetar el principio de inocencia, establecido en la Convención Americana de Derechos Humanos. En la declaratoria de inconstitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior que hizo la Suprema Corte de Justicia la semana pasada, estableció que el uso de la fuerza militar en la seguridad interior, no debe normalizarse; debería ser sólo en casos excepcionales, y al parecer, con la reforma constitucional que ha propuesto MORENA, a los artículos 13, 16, 21, 31, 32, 36, 55, 73, 76, 78, 82, 89 y 123, la actuación de las fuerzas militares a través de la Gendarmería Nacional,  en la persecución de los delitos, se estaría normalizando. Si bien en la iniciativa presentada se señala que la permanencia de la Guardia Nacional estaría sujeta a revisión en tres años, quién nos garantiza que hechas estas reformas constitucionales, no se hará permanente la actuación de la  Guardia Nacional en el país. Por lo pronto, más de 500 organizaciones de la sociedad civil han hecho un manifiesto público, dirigido al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en el que le piden retirar la iniciativa de crear una Guardia Nacional, porque en campaña ofreció retirar al ejército de la persecución de la delincuencia organizada y ahora pretende seguir la misma política militar que ha sido la causa de violaciones graves a los derechos humanos. Es razonable la desconfianza de los mexicanos en el intento de legalizar la actuación militar, porque han sido demasiados los abusos por parte de los gobernantes, por lo que hoy, no se tiene la seguridad de que en realidad se pretenda crear una Guardia Nacional similar a la existente en algunos países democráticos de Europa y que por el contrario, lo que se pretenda sea limitar las libertades de los mexicanos, aunque en la iniciativa se diga que se salvaguardarán las libertades. La duda, es razonable, tiene su razón de ser.