El reto, no es nada fácil

Felipa Nery

Con la presencia del Jefe del Ejecutivo estatal, Adán Augusto López Hernández y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Enrique Priego Oropeza, ayer rindió protesta ante el pleno del Congreso del Estado, el licenciado Jaime Humberto Lastra Bastar, como Fiscal General del Estado, luego de que los diputados le dieron su voto de confianza a él por un período de nueve años. Los otros integrantes de la terna propuesta por el jefe del Ejecutivo, fueron los abogados Nicolás Bautista Ovando y Elías Arzubide Dagdug. Jaime Lastra Bastar es un abogado tabasqueño reconocido en la sociedad, por el trabajo desempeñado en otros cargos, en la administración pública, desde los tiempos de Manuel Gurría Ordoñez, que se inició como subsecretario de gobierno, también fue secretario de Seguridad Pública, Procurador General de Justicia y secretario de gobierno cuando estuvieron al frente del Poder Ejecutivo, Enrique Priego Oropeza y Manuel Andrade Díaz, también se desempeñó como jefe de asesores del municipio de Centro, en el período 2013-2015, cuando Humberto de los Santos Bertruy fue presidente municipal, también es notario público y antes, se había desempeñado en la administración del Distrito Federal. El nuevo Fiscal del Estado, es un hombre con una amplia experiencia en la administración pública y también conoce de la procuración de justicia, porque antes ya estuvo en ese mismo cargo, sólo que cuando tenía otro nombre; por los años noventas, cuando estuvo en la Procuraduría General de Justicia Jaime Lastra, el nivel delincuencial que hoy vivimos en Tabasco, no era nada parecido al de ahora. Hoy llega a ocupar una institución que en la administración anterior, alcanzó los primeros lugares de impunidad en el país, donde los casos de delincuencia de los que conoce, no se resuelven ni un diez por ciento. Tabasco ha alcanzado los primeros lugares en los delitos de secuestro, en los robos a casa habitación, robo a transeúntes, robo de vehículos, Tabasco ha vivido en los últimos años en la total inseguridad, debido a la impunidad, a la falta de persecución y castigo a los delincuentes. El fiscal anterior cuando llegó al cargo cometió el error de despedir a todo el personal que había sido capacitado en el nuevo sistema penal acusatorio y adversarial y cuando entró en vigencia el sistema, tenían personal sin la capacitación debida, pues sólo impartieron algunos cursos, que fueron insuficientes para enfrentar el nuevo sistema de justicia, por lo que al tener fiscales casi neófitos en el nuevo sistema, los jueces dejaban en libertad a los acusados. En fín, que don Jaime se va a encontrar una Fiscalía que está para llorar en cuanto al personal encargado de iniciar las carpetas de investigación, pero tampoco tiene esa Fiscalía, personas expertas en medios alternos de solución de conflictos, donde podrían tener una buena válvula para despresurizar el enorme porcentaje de denuncias y quejas que ahí se presentan, por casos menores, que bien pudieran solucionarse con mediadores bien capacitados para realizar esa labor. En fín, don Jaime es un hombre con experiencia en procuración de justicia, por lo que se deberá rodear de personas que a estas alturas sean expertos en el nuevo sistema de justicia penal y adversarial, para que pueda avanzar en la tarea que ahora le ha sido encomendada.