Pagarán los responsables?

Felipa Nery

El gobierno de Tabasco habría sufrido daños en su patrimonio por parte de la administración anterior, al gastar tan sólo el año pasado, 3 mil 500 millones de pesos fuera de presupuesto y existir un déficit presupuestal de unos seis mil millones de pesos.  De acuerdo con las primeras investigaciones que ha realizado el gobierno entrante de Adán Augusto López Hernández, la administración de Arturo Núñez Jiménez habría sido un desastre, al registrar derroches presupuestales y mala administración de los recursos públicos. Precisamente de lo que Arturo Núñez acusó a su antecesor, Andrés Granier Melo, es de lo que ahora se le está señalando. El Jefe del Ejecutivo Estatal, dio a conocer, que en estos primeros 15 días de su gobierno tuvo que pagar unos 500 millones de pesos que se adeudaban a burócratas, denunció exceso de funcionarios públicos, de suburbans, multitud de vehículos, escoltas y gastos innecesarios, la renta de aviones, de helicópteros, excesos de gastos en la Quinta Grijalva; desviación de recursos en los meses de entre marzo y junio, por unos 200 millones de pesos, conceptos que cambiaron de forma repentina en un Ayuntamiento, que de mayo a junio pasó de 2 millones de pesos que recibían por un concepto mensuales, a 70 y tantos millones de pesos, coincidentemente con la jornada electoral; a un proveedor de la Secretaría de Salud, que al 28 de diciembre extrañamente le depositaron 80 millones de pesos, para pagar un supuesto adeudo; el mandatario dijo esperar que la Secretaría de la Función Pública haga lo que le corresponde donde hayan desviaciones. Hay que recordar, que durante toda la administración anterior, Arturo Núñez se pasó quejándose de su antecesor, sin embargo él como gobernador recibió cada uno de los seis años que estuvo al frente del gobierno de Tabasco, más de 50 mil millones de pesos, es decir, más de 300 mil millones de pesos durante su sexenio, y no tuvo la capacidad de reorganizar los gastos de la administración pública. Es doblemente cuestionada su mala administración, toda vez que él se ofertó con el pueblo de Tabasco, como un conocer de las finanzas públicas, por ser economista, además ofreció rodearse de personas con capacidad que le ayudaran a cambiar las malas prácticas que según él, venían registrando los gobiernos priístas. Pero Arturo Núñez ni se rodeó de los mejores profesionistas en cada una de las áreas administrativas, ni reencauzó la mala administración, por el contrario, designó funcionarios públicos sin la más mínima capacidad para estar al frente de áreas importantes, como Salud, Educación, y aunque en la Secretaría de Finanzas al principio estuvo al frente un experto en el manejo de los recursos públicos, al segundo año de ese período gubernamental, decidió renunciar, por no estar de acuerdo con el manejo discrecional que se hacía del presupuesto, y sin respetar la disciplina financiera y administrativa que debe regir al sector público, fue sustituido por el primo de la esposa del gobernador, Amet Ramos Troconis, que hizo de la Secretaría de Finanzas, la dependencia más cuestionada de los últimos sexenios, por su alta capacidad para “desaparecer” los recursos. Esperemos pues que la Secretaría de la Función Pública se haga de las pruebas y proceda legalmente contra quien resulte responsables de este desastre financiero.