José Martínez
Andrés Manuel López Obrador es el primer presidente de izquierda que llega en décadas a palacio nacional. Llegó con un alto bono democrático.
Sus ideas de combate a la corrupción, austeridad y eliminación de privilegios fueron escuchadas por una población harta de mantener a una burocracia dorada, y a políticos insensibles que durante años se negaron a ver las necesidades de la población.
Las acciones que realizaría AMLO una vez que llegara a la presidencia seria radicales. No tuvieron que pasar mucho tiempo para demostrar que hablaba con la verdad.
En los últimos días del mes de diciembre Obrador presentó el plan conjunto para combatir el robo de hidrocarburo en las instalaciones de Pemex. Una problemática de dimensiones aún desconocidas, pero que provocaba pérdidas de miles de millones de pesos cada año. En el 2018 el monto llegó a los 66 mil millones de pesos.
El gobierno federal demostró con evidencias que el problema del robo del hidrocarburo no se limitaba a las tomas clandestinas en los ductos de la petrolera mexicana.
El robo en los ductos solo representaba pérdidas del 20 por ciento. El 80 por ciento restantes salía de las mismas instalaciones petroleras sin ningún problema. Las complicidades con funcionarios de Pemex eran evidentes.
Las acciones emprendidas por la federación contra el huchicoleo provocó afectaciones a miles de personas de forma indirecta. La más conocida era el desabasto en gasolineras del norte del país, quienes ante la falta de combustible robado para expender simplemente no pudieron seguir ofreciendo el producto.
Las reacciones de la oposición y de los grupos que se han beneficiado de este delito hicieron sentir su malestar, y han estado presionando de diversas maneras para tratar de que la federación detengas su trabajo para acabar con este problema.
Uno de los daños colaterales que se ha querido usar contra el presidente es lo ocurrido en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, donde explotó un ducto con consecuencias mortales.
Los agoreros esperaban que con esta situación el Ejecutivo federal ordenara marcha atrás en el combate contra el llamado huachicol. Se quedarán esperando una vez más.
Datos del gabinete de Comunicación Estratégica, una consultora que realizó una encuesta en los días posteriores a la explosión, señala que cerca del 90 por ciento de los mexicanos tienen una opinión positiva del tabasqueño. La aprobación de las acciones del nuevo presidente es contundente.
En la zona de la explosión las personas tienen una buena opinión del Ejército mexicano con 84 por ciento, dos puntos porcentuales arriba que en el resto del país. Un 80 por ciento de los encuestadosseñalan que el actuar del Ejército el día de la explosión fue la más adecuada.
En general las personas, sobre todo del sitio de la contingencia, consideran que el actuar de los pobladores no fue responsable al acercarse a un ducto roto, independientemente de las razones para hacerlo.
Este sondeo no es el único que se ha hecho durante los días que lleva de implementarse en plan conjunto, la población apoya al tabasqueño en la lucha contra el robo de combustible. El trabajo para desraizar la corrupción ha iniciado.
HABERES
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes presentó ayer os últimos avances en la investigación del accidente aéreo en el que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, su esposo y senador Rafael Moreno Valle y tres personas más. El ingeniero Carlos Morán Moguel, subsecretario de Transporte, detalló que el helicóptero Augusta 109 modelo 2011 en el que viajaban las víctimas tenía los permisos correspondientes para operar y que en materia técnica la Dirección de Aeronáutica Civil se hizo cargo de la investigación.
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