José Martínez
Uno de los derechos humanos consagrados en la Constitución Política de México es la vivienda. La Carta Magna señala que la ley establecerá los lineamientos para garantizarlo.
Es así como a nivel municipal, estatal y federal se han creado mecanismos de apoyos financieros para que los mexicanos puedan obtener una casa.
En los municipios existen programas de apoyo a la vivienda. A nivel estatal estuvo el de “Casa Amiga”, que funcionó en la administración anterior para familias de escasos recursos. A reserva de que se esclarezcan algunos manejos, la intención del programa fue muy noble.
A nivel federal este mecanismo de promoción de un hogar digno está a cargo, principalmente, del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, donde los patrones hacen las aportaciones obligatorias por ley.
El Infonavit otorga diversos apoyos a los trabajadores para adquirir, ampliar o construir la casa de los beneficiarios. Al igual que otros programas federales, en su momento perdió su objetivo final, convirtiéndose en el mayor agiotista del país.
Durante años se denunciaron la forma irregular como se manejaron estos apoyos para los trabajadores, donde hasta funcionarios de alto nivel no cumplían los lineamientos para apoyar a quienes les aseguraban alguna gratificación para poder recibir los créditos.
Hoy sabemos que el anterior titular del Instituto a nivel central cobraba mensualmente lo que costaban algunas de las casas medias fondeadas con recursos del organismo, 700 mil pesos. Ese era el salario mensual de David Penchyna.
Deudas impagables. Algo que no todos los beneficiarios entendían, ya que los apoyos del Infonavit eran a título de créditos, no a fondo perdido, por lo que el trabajador tiene que pagar ese crédito durante más de 20 años.
Muchos de los trabajadores suspendían por alguna razón los pagos de su crédito y llegaban a perder la vivienda.
Datos oficiales señalan que en todo el país existen viviendas abandonas por no cubrir las mensualidades, y a pesar de ello, la Institución ha mostrado una cara que nada tiene que ver con la justicia.
Diversos derechohabientes se han manifestado formando grupos, preocupados por los montos de sus créditos que a pesar de pagar de forma constante no existe manera de terminar de saldar.
En Tabasco, AMLO recibió de mano de los deudores esta preocupación durante la toma de protesta del actual gobernador.
El presidente se ha mostrado sensible ante las denuncias recibidas y ha manifestado de entrada nadie perderá su casa mientras él esté al frente del Ejecutivo federal. Esperemos que lo hayan escuchado sus colaboradores.
Su interés fue más allá. Se comprometió a presentar en los primeros días de febrero un plan de apoyo para los deudores.
Para el tabasqueño estas discusiones de apoyos a los más necesitados no es nuevo, sabe que el problema de los deudores del Infonavit es una cuestión de derechos no de negocios.
El estado debe garantizarle la vivienda a los mexicanos –y no solo a los que tienen un trabajo formal-, y entorno a esa obligación debe girar el plan de apoyo a los deudores de esta institución federal. La vivienda es también un piso básico para la estabilidad social.
HABERES
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que implementarán un plan de combate a la inseguridad que abarcará 17 regiones del país, donde se cometen el 35% de los homicidios. El mandatario federal sabe que la seguridad es la base de la tranquilidad, la inversión y el progreso. Será la medida de su gobierno.
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