Un atentado suicida contra miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán dejó al menos 20 muertos y otros 20 heridos, informó la prensa local.
El ataque fue perpetrado por un kamikaze contra un autobús que trasladaba a integrantes de este cuerpo militar de élite en una carretera de la provincia de Sistán y Balochistán (suroeste).
Los efectivos que fueron blanco del ataque iban a dar el relevo nocturno a otros apostados en la zona.
La provincia de Sistán y Balochistán, que se encuentra en una importante ruta de tráfico de opio, ha sido escenario de enfrentamientos ocasionales entre las fuerzas iraníes y los separatistas de Baluch, así como entre narcotraficantes.
El pasado 2 de febrero, un miembro del cuerpo de los Guardianes murió y cinco resultaron heridos en un atentado en una base en la ciudad de Nik Shahr, mientras que el pasado diciembre dos personas fallecieron y cuatro sufrieron heridas al explotar un coche bomba contra una sede de la Policía en la ciudad portuaria de Chabahar.