Guardia Nacional, con mando civil?

Felipa Nery

Cuando todo parecía indicar que MORENA tenía listo el consenso para aprobar la Guardia Nacional con mando militar, como lo ha propuesto el presidente Andrés Manuel López Obrador, de repente sorprende el anuncio que hace el coordinador de este grupo parlamentario,  Ricardo Monreal, “que han llegado a un acuerdo con todas las fuerzas políticas representadas en el Senado, para aprobar la Guardia Nacional con mando civil”. Con el pronunciamiento que habían hecho los gobernadores priístas luego de reunirse con la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, consideramos que estos ya habían convencido a los senadores de su partido para que apoyaran la Guardia Nacional con mando militar, sin embargo, todo parece indicar que no ha sido así, que los senadores están en su papel de ser un contrapeso del Ejecutivo Federal, al conformarse una sólida oposición formada por el PAN, PRI, PRD y MC. Al anuncio de Ricardo Monreal de aprobación de forma unánime, en comisiones de la Guardia Nacional con mando civil, en la conferencia mañanera de ayer jueves, vino la respuesta del Presidente López Obrador, que no está de acuerdo, que no aceptará ninguna ley que no resuelva los problemas en el país, les pidió reconsiderar su posición, pues dijo: “no queremos ser simuladores

no queremos una reedición de la policía federal que no funcionó”
“Tenemos el respaldo de las Fuerzas Armadas y el entendimiento y aceptación de que se van a garantizar los derechos humanos y que habrá un uso moderado de la fuerza”, manifestó. También dijo que la Guardia Nacional va a ser como el Ejército de Paz de la ONU, que va a tener como fundamento principal garantizar la seguridad pública con respeto a los derechos humanos, y con el uso regulado de la fuerza”. Lo que no sabe el mandatario nacional es que sobre “Los Cascos Azules de la ONU”,  pesan acusaciones de abusos sexuales contra la población en lugares donde han actuado, como Ruanda, Haiti, África, y que los mismos funcionarios de la ONU han intentado silenciar y ocultar los abusos, según ha concluido un tribunal integrado por jueces independientes convocados por Ban Ki-moon. Lo importante será, que los senadores preserven el principio constitucional que dio origen a la República Mexicana, de contar con policía civil, porque si hoy se reforma la Constitución para darle al ejército facultades de prevención e investigación de los delitos, difícilmente después se les pueda derogar y entonces nos convertiríamos en un país militarizado completamente, después de empoderarse constitucional y económicamente, a través de las funciones de inmobiliaria, que ahora les ha concedido el Presidente López Obrador. El Estado moderno nació precisamente con una división de Poderes, donde ningún poder estuviera sometido a otro, que el Ejecutivo no abusara creando leyes a su antojo, que pudieran poner en peligro la libertad y seguridad de los gobernadores, como hacían los monarcas que contaban con poderes absolutos. El gobierno de Peña Nieto intento darle estos poderes de policía e investigación a los militares a través de la ley de Seguridad Interior, pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo frenó, al declararla inconstitucional. El sistema de pesos y contrapesos, del Estado Moderno, al menos, hasta hoy, parece que está funcionando.