Promete más ponches a la mafia del poder

Felipa Nery

De recibir aplausos y ovaciones por todos los estados donde ha ido después de haber obtenido el triunfo como Presidente de la República,  el tabasqueño Andrés Manuel fue sorprendido el pasado sábado 23 de marzo con abucheos, desde que empezó a bajar al estadio Alfredo Harp Helu, en la Ciudad de México, donde tiraría la primera bola del partido que se celebraría entre los Diablos Rojos del México y Los Padres de San Diego California, de Estados Unidos, para inaugurar su nueva sede, los abucheos se escucharon durante el breve tiempo que dirigió unas palabras, en las que reiteró su compromiso de impulsar el deporte, pero también de comprometió a seguir tirando epura pejemoña, “controlando con lisas, con rectas de 95 millones, con curvas, y a seguir ponchando a los de la mafia del poder”. El Presidente ha dicho que el béisbol es su pasión, que lo practica desde joven, incluso ahora como mandatario se le ha visto practicándolo, por ello asistió junto con su esposa e hijo menor a la inauguración de este estadio de béisbol, acompañado por el dueño, Alfredo Harp Helú, donde no se esperaba este abucheo, pues según comenta el periodista Salvador García Soto, a los encargados de la logística presidencial les habrían entregado 5 mil boletos para llevar a simpatizantes del Presidente, para contrarrestar cualquier intento de abucheo, sin embargo, no se vio que ninguno de estos cinco mil aparecieran en escena para hacerle contrapeso a los abucheos, por lo que investigan si los que recibieron los boletos los vendieron, o llevaron a la gente muy temprano y pudieran ser hasta los mismos que abuchearon, molestos de tanto esperar. Esto suele pasar en terrenos donde no se tiene control, y por lo mismo se habían entregado los 5 mil boletos, para tratar de darle calor al mandatario nacional. Precisamente muchos gobernadores del país se habían quejado de los abucheos que recibían en los actos que encabezaba el Presidente López Obrador y que en la organización de los mismos no intervenían los mandatarios estatales, algunos decían que habían instrucciones para que los gobernadores fueran abucheados, incluso el gobernador de Aguascalientes Martín Orozco evitó asistir a un evento del mandatario en esa entidad, para no correr la misma suerte que ya habían sufrido otros mandatarios. Ahora le tocó al Presidente de la República, pero él sabe cómo es esto, no era un lugar que estuviera bajo su control, porque hubo venta de boletos para presenciar el partido de inauguración del estadio, pero también sabe el Presidente, que el hecho de que a él le guste el béisbol, no significa que todos los aficionados a este deporte van a estar con él, es una muestra de la polarización que hay en el país, del divisionismo, de los que él llama conservadores, y fifís, contra los que él encabeza, los liberales. Más que buscar responsables de no controlar, o evitar este abucheo, al mandatario le debe servir este suceso para reflexionar, en torno al trabajo que se necesita hacer para reconciliar a México, porque mientras sigamos divididos, como hemos estado históricamente, entre conservadores y liberales, este país no avanzará, se necesita de unidad.