Resiliencia, no revivir heridas

Felipa Nery

La revelación que hizo el Presidente Andrés Manuel López Obrador de las cartas que envió, una al rey de España y otra al Papa, “para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos… para reconciliarnos”, más que ser bien recibida por los españoles, provocó desencuentros, y se recordó al mandatario mexicano las buenas relaciones que existen entre ambos países y prueba de ello, es que el Rey Felipe VI acudió a la toma de protesta como Presidente de López Obrador, llegó el 29 de noviembre, acudió a una comida en Palacio Nacional, se reunieron en privado y partió de México el 1 de diciembre; en tanto que el 30 de enero el Presidente de España, Pedro Sánchez-Pérez Castejón  visitó al presidente de México, quien lo recibió en Palacio Nacional, el mandatario español le trajo de regalo al tabasqueño el acta de nacimiento de su abuelo, José Obrador, quien nació en 1893 en Cantabria y salió de España en 1917; en ese encuentro, el Presidente español dijo compartir con el gobierno de Andrés Manuel, “la idea de promover valores como la base de una sociedad que crea en la tolerancia y el respeto a la diversidad”. Las reacciones en España, fueron de rechazo a la petición de pedir perdón, el líder nacional del Partido Popular, Pablo Casado, las consideró “inadmisibles, de una ignorancia escandalosa y que no vamos a permitir”, y pidió al gobierno que “le diga a ese gobierno de izquierda que España no acepta difamaciones”; en tanto que Adolfo Suárez, hijo del ex presidente español, dijo que “tendrían que ser los mexicanos los que nos den las gracias por muchas de las cosas que hicimos ahí, como fundar escuelas y no como hicieron otros países con sus colonias, como Bélgica en el Congo o los ingleses en Estados Unidos. Que busquen a los indígenas de Estados Unidos hoy en día, no existen”; el diputado del PP Rafael Hernando recordó que “los españoles fuimos allí y acabamos con el poder de tribus que asesinaban con crueldad y saña a sus vecinos, y que por eso unos pocos ayudados por los que eran perseguidos y esclavizados, se conquistó y civilizó esa tierra. Que estudie un poco. El periodista Salvador Sostres, del diario ABC, escribió: “En el caso concreto de México, que les descubrimos, es además un despropósito pretender estas disculpas. Más bien tendrían que disculparse los sucesivos gobiernos mexicanos por haber sido tan corruptos, tan necios y tan zafios, y por haber gestionado de un modo tan mediocre la Civilización que les entregamos. España no puede dejarse robar la Historia ni por independentistas… ni por corruptos gobernantes tercermundistas que por ignorancia o por tratar de disimular su ineptitud tratan de subvertir el orden natural de las cosas… El mayor reto histórico de México es llegar algún día a estar a la altura de todo con lo que la Madre Patria os ofrendamos, queridos hijos nuestros”… Si el Presidente tuviera asesores que le indicaran el rumbo a seguir por el bien de los mexicanos y la diplomacia internacional, no tendría que revivir heridas, ni recibir tantos descalificativos.