Luis García
Luis García.- Hacer referencia a la escuela de Medicina de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, UJAT es volcarnos a la historia del origen de nuestra Alma Mater. Pensar en una de las primeras escuelas que integraron en 1958 la recién creada Universidad Juárez de Tabasco (UJT), donde comenzaron a formarse los grandes médicos que hoy tienen la responsabilidad de salvar vidas y de enseñar a las nuevas generaciones, antes que nada, seres llenos de valores y ética. Grandes médicos que estudiaron la mayoría en la Facultad de Medicina de la UNAM y que luego regresaron a su tierra a sanar a los entonces desposeidos y relegados seres que vivían en el infierno verde, eran los profesores de esa camada de jóvenes médicos que con todo el esfuerzo de sus padres podían acceder a estudiar una carrera que hasta la fecha sigue siendo, al igual que la derecho y contabilidad, las más demandadas. Medicina es hoy por hoy, la joya de la corona que presumimos ante propios y extraños, que levantamos con orgullo ante el sureste mexicano y más allá de nuestras fronteras, pues de Centroamérica, Sudamérica han venido a aprender lo que aquí se enseña. Son estas tierras donde el mosquito ha convivido con cada uno de nosotros y donde el agua es nuestro principal amigo, pero también en su momento jugo un papel relevante en las enfermedades gastroinstestinales, por ello la escuela de Medicina es una de las mejores porque aquí nuestros médicos cirujanos se preparan para enfrentar los problemas del trópico humedo y lo hacen con orgullo porque tienen verdaderos ejemplos a seguir. Los médicos tabasqueños son grandes entre los grandes, han sobresalido a nivel nacional e internacional. El pasado sábado en la explanada de la División Académica de Ciencias de la Salud, misma que alberga la carrera de médico cirujano, antes Medicina, fue el escenario para celebrar los 60 años de está gran carrera y donde asistió una gran parte de la comunidad de médicos tabasqueños. El evento fue encabezado por el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, su esposa la señora Dea Isabel Estrada de López, el rector de la UJAT, doctor José Manuel Piña Gutiérrez, la directora de esa División, Miriam Carolina Martínez López; la secretaria de Salud en la entidad, Silvia Roldán Fernández. Como invitado especial los organizadores del gran evento que concluyó esa misma noche con una cena gala llevaron al doctor Felipe Ochoa Vázquez, gran médico villahermosino. Por cierto quien encabezó a los organizadores fue el doctor Ramiro Guerrero Pérez, mismo que recibió los aplausos por parte de todos los asistentes. En el evento tanto el rector Piña Gutiérrez como el gobernador López Hernández, dieron un recorrido por los nombres de algunos de los grandes medicos que han atendido a muchas generaciones, entre ellos: Fausto López Cámara, Manuel Rodríguez García, Manuel Soto Hernández, Feliciano Arceo Lezama, el propio Felipe Ochoa Vázquez, César Calderón Vidal, Amador Izundegui Rullán, Miguel Portilla, el doctor Puig, del cual el mandatario recordó una anecdota de su visita al galeno cuando apenas tenia unos 5 años. La carrera de Medicina es una labor científica, teórica, pero sobre todo humanística. Es una profesión distinta a todas, donde el solo hecho de estudiarla cambia la vida de quien tiene la oportunidad de lograrlo, pues más aún aquel individuo sea hombre o mujer, que termina sus estudios y la ejerce, tiene el compromiso de preservar la vida. Los médicos deben ser ejemplos de nobleza, de misericordia y de humildad. Felicidades a todos los médicos juchimanes…
AL CIERRE.- Poco a poco se van dando a conocer quienes están detrás del movimiento de estudiantes en la UJAT, tanto docentes como políticos tienen las manos manchadas. El tiempo es el mejor aliado de la razón…
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