No disfrutarán de lo robado

Felipa Nery

Si el pueblo no puede vivir en paz y tranquilidad, no sólo por la inseguridad, sino por la falta de generación de empleos y oportunidades para los jóvenes, tampoco deben dormir en paz los malos gobernantes de la administración anterior, empezando por Arturo Núñez Jiménez y su mujer Martha Lilia López, que derrocharon el recurso público y no hicieron nada por reordenar la administración pública. Ayer cuando se conoció la noticia de la muerte del ex secretario de Finanzas, Amet Ramos Troconis, a quien su prima Marta Lilia López usó como su instrumento para hacer y deshacer de los recursos públicos, daba pena leer todos los comentarios, porque no había una sola persona que expresara un lamento por este fallecimiento, por el contrario, aún después de muerto, las expresiones eran de rencor hacia él, como si Amet hubiese sido el verdadero culpable de la debacle de la administración pública estatal, en el sexenio de Arturo Núñez Jiménez, quien lo usó siempre como su administrador en todos los cargos públicos por donde pasó en su vida política, desde la Secretaría de Gobernación, el Instituto Federal Electoral, el INFONAVIT, la Cámara de Diputados y por supuesto el gobierno del Estado, donde participó, primero, como secretario técnico, después como secretario de Administración y por último, como Secretario de Finanzas, donde fue el muro de contención de todas las quejas de los funcionarios de la administración pública, a los que no le llegaban los recursos públicos para enfrentar la crisis, como fueron las secretarías de Gobierno, de Salud, de Educación, la Fiscalía del Estado, habrá que recordar que el entonces Fiscal, Fernando Valenzuela Pernas, cansado de las protestas de los empleados de la Fiscalía que no recibían sus pagos de forma oportuna, un día los encabezó y llegó hasta la oficina de Amet para exigirle cuentas, pero éste no lo recibió, porque no tenía los recursos públicos, porque siempre recibió órdenes para manejarlos al antojo de la mujer de Arturo Núñez, por ello no podía entregar en tiempo y forma los presupuestos a las secretarías que se veían paralizadas por las protestas de los trabajadores y hasta de proveedores. Por supuesto que con la muerte de Amet Ramos, de la que muchos dudan, y piensan que pudiera tratarse de un ardid, para tratar de decir que al morir él, el gobierno actual ya no podrá reclamar por mala administración de los recursos públicos, cosa que de ninguna manera puede ser, porque tienen que existir responsables de los malos manejos del presupuesto, pues el gobernador Adán Augusto López Hernández ha hablado de faltantes de hasta 3 mil 500 millones de pesos, por lo que Amet habrá caído en crisis, sabedor de los huecos que habían en las finanzas, además de considerar que el hilo siempre se revienta por lo más delgado y tanto Arturo Núñez, como su prima Martha Lilia, habrían de buscar protección política para no ir a parar a la cárcel, por lo que su salud se habrá deteriorado al no aguantar la presión y le habría venido el paro, quizá por alguna descompensación que le pudo provocar la diabetes, que ya padecía.