No a la impunidad

Felipa Nery

De la conmoción a la indignación. A través de las redes sociales, todos nos enteramos de la desaparición de una persona, cuando sus familiares empiezan a buscarlos y todos compartimos sus fotografías, con el fin de que aparezcan con vida. Lo mismo ocurre con niños, con jovencitas, que con jóvenes o mujeres y adultos mayores. La delincuencia salvaje que opera en todos los rincones del país no respeta edades, van contra todo y contra todos. Ahora mismo no sólo sus familiares, sino gran parte de la sociedad mexicana lamentamos el secuestro y asesinato de Norberto, un joven que estaba en vísperas de tomarse la fotografía con sus amigos, al concluir el último semestre de su carrera universitaria en mercadotecnia que cursaba en la Ciudad de México, procedente del estado de Chihuahua. “En un momento desfallecí porque yo venía a recoger el diploma de mi hijo, el certificado de su licenciatura

y ahora me llevo un certificado de defunción, y no se vale”, dijo Norelia Hernández, madre del jovencito de tan sólo 22 años de edad, que fue secuestrado el martes 4 de junio a las 9.30 de la noche, al salir de la universidad donde estudiaba y la mañana siguiente, del día cinco, sus familiares pagaron el rescate de 500 mil pesos, sin que fuera liberado,  fue hasta el sábado nueve que apareció su cadáver. La madre de Norberto acusa negligencia de las autoridades antisecuestro de la Ciudad de México, pues dice que no actuaron de inmediato cuando fueron a denunciar el secuestro de su hijo. Incluso la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy dijo que el joven había sido asesinado de inmediato luego que sus familiares pagaron el rescate; sin embargo la necropsia practicada al cadáver de Norberto señala que lo tuvieron cautivo por cuatro días y luego lo mataron, murió por asfixia y tenía la nariz fracturada. Los familiares sospechan de los mismos policías encargados de las investigaciones. La Procuradora Godoy consideró como atípico el secuestro, porque se conoció del mismo unos 15 minutos después de que el joven había salido de la universidad.  A decir del periodista experto en investigaciones de la delincuencia organizada, el delito de secuestro ha crecido en la Ciudad de México en un 77.65, en relación con el año 2018, según Observatorio Ciudadano, y señala que la nueva administración removió a la Coordinadora Nacional Antisecuestro, quien había logrado ejercer un liderazgo efectivo en el país. El gobierno federal, junto con las entidades federativas, tienen que trabajar de forma coordinada para enfrentar el problema de inseguridad que padece no sólo la Ciudad de México, donde hemos observado que se ha incrementado exponencialmente la inseguridad, que ya se vivía desde hace mucho tiempo en otras partes del país, y en especial aquí en Tabasco. El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, junto con los gobernadores del país, tienen que ser sensibles ante los delitos a causa de la inseguridad que padece la población. No podemos seguir quedándonos en el lamento. Tenemos que admitir que el gobierno federal está haciendo esfuerzos por incentivar a los desempleados y alejarlos de la delincuencia, pero esto parece insuficiente. Falta mayor inteligencia.