Tutores piden moches

Felipa Nery

Las buenas intenciones que tiene el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de contribuir para que los jóvenes que ni estudian, ni trabajan, puedan aprender durante un año un oficio, para que después se incorporaren a un trabajo, sufre tropiezos en su propia tierra, debido a actos de corrupción generados por parte de tutores, entre los que se encuentran empresarios y dueños de changarros que se inscribieron para recibir a los jóvenes, los cuales les quitan parte de los recursos que reciben los jóvenes, según ha denunciado el coordinador de los programas federales en Tabasco, Carlos Manuel Merino Campos, por este motivo, anunció la suspensión temporal de las vinculaciones entre los tutores empresariales y becarios del proyecto. No se precisó, si los jóvenes seguirán recibiendo el recurso de 3 mil 600 pesos mensuales. La realidad de este asunto es, efectivamente, que hubo muchos vivales de negocios que no se conformaron con que los jóvenes fueran a prestar su servicio sin recibir un pago por parte de la empresa, o negocio, sino que también les piden “moches” de lo que le toca a los jóvenes, eso por una parte; también se sabe que una gran cantidad de jóvenes están de acuerdo con estos “moches”, porque no se quieren presentar a trabajar y quieren recibir el recurso económico sin dar golpes, lo que hace una relación perversa. Por supuesto que no son todos los jóvenes, ni todos los empresarios o dueños de changarros los que incurren en estas prácticas corruptas, porque hay quienes sí están de acuerdo con apoyar este programa que tiene la intención de retirar a jóvenes de la ociosidad y de caer en las redes de la delincuencia, pero aquellos que actúan indebidamente, sin adquirir un compromiso de responsabilidad con la formación para el trabajo, no saldrán adelante. Según se sabe, en Tabasco hay más de 14 mil empresas y changarros registrados como tutores que recepcionaron a los más de 94 mil jóvenes que aquí se registraron, por lo que ahora están investigando quiénes son los que han caído en estas prácticas que distorsionan las buenas intenciones que tiene el mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador. El otro programa que también está siendo investigado, es el de “Sembrando Vida”, en el que también hay denuncias porque los propietarios de terrenos con grandes extensiones de tierra los han dividido para cobrar mensualmente no sólo 4 mil 500 pesos, sino hasta 20 y 30 mil pesos, provocando que otras personas que realmente tienen la necesidad de recibir este apoyo mensual, no les llegue, porque algunos vivales los han acaparado, con la complicidad de aquellos que se encargaron de inscribirlos al programa. Es penoso que eso ocurra, porque se desalienta el interés de impulsar a aquellas personas que sí tienen intención de salir de la extrema pobreza en la que encuentran, debido a que han sido olvidados por otros gobiernos. Qué necesidad habría de que el gobierno ahora tenga que enfilar sus esfuerzos en investigar estas prácticas indebidas, en vez de aprovecharlo para seguir proyectando el desarrollo.