La corrupción afloró siempre

Felipa Nery

Enrique Peña Nieto, el priísta que gracias a la imagen que le crearon las televisoras con millonarios pagos de publicidad con los recursos públicos del gobierno del Estado de México, se colocó como la opción más viable del Partido Revolucionario Institucional para contender por la Presidencia de la República en el 2012, frente al candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador que jugó por segunda ocasión, fue uno de los peores presidentes que ha tenido el país. Peña arrancó su campaña con mucha popularidad, más de diez puntos arriba de los candidatos del PAN, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, sin embargo en la campaña fue perdiendo popularidad y logró el triunfo con una diferencia de tres puntos; desde que era gobernador falleció su esposa y antes de dejar la gubernatura contrajo nupcias con la artista Angélica Rivera, “La Gaviota”, quien hacía los promocionales del Estado de México, para Televisa, desde entonces se habló de la existencia de un contrato para que le acompañara en la candidatura presidencial y como primera dama, si ganaba. Desde la campaña, a Peña Nieto se le acusó de excesivos gastos por entregar una tarjeta Monex, que cambiaban por productos en Soriana. Ya en el poder, desde el mes de abril del 2013, al arrancar la Cruzada contra el Hambre, que se impulsó desde la Secretaría de Desarrollo Social con Rosario Robles, empezaron las acusaciones de utilizar este programa en Veracruz para comprar votos, pero en aquel entonces le dijo a Rosario que no se preocupara, que era el ruido de los que se dedicaban a la política; para el 2014, la periodista de Radio destapó la Cloaca con la “Casa Blanca”, con un valor de 7 millones de dólares, aquella mansión que después “aclaró” Angélica Rivera, que se la había comprado con la liquidación que había cobrado en Televisa por tantos años de trabajo y la había adquirido con un contratista que había trabajado para el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México, después se supo que también el secretario de Hacienda Luis Videgaray, le había comprado también una casa al mismo contratista; el Presidente Peña Nieto designó por esas fechas al secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade y le pidió que investigara si había conflicto de intereses en la adquisición de la “Casa Blanca” por parte de su esposa, y obvio, el funcionario federal resolvió que no había conflicto de intereses; desde entonces, Peña Nieto cayó entrepitosamente ante el pueblo de México, la percepción de corrupción en su gobierno se detonó y perdió toda credibilidad y el colmo el cinismo fue, que su gobierno impulsó la creación de un Sistema Nacional Anticorrupción, que reformó la Constitución y creó un nuevo organismo para combatir la corrupción, pero este sistema, al igual que la carabina de Ambrosio, no sirvieron para detener la corrupción, que todo mundo comentaba que existía en las entrañas del poder del gobierno federal y que ahora con los dos funcionarios de primer nivel del gobierno que están siendo investigados, Emilio Lozoya y Rosario Robles, ambos afirman que el Presidente estaba enterado de todo lo que ocurría. ¿Alcanzará la justicia a Peña Nieto?