Gran parte de la isla caribeña de Barbados suspendió las actividades el lunes mientras la tormenta tropical Dorian se acercaba a la región y se fortalecía, amenazando con convertirse en un pequeño huracán que, según los meteorólogos, podría afectar Puerto Rico y países vecinos en los próximos días.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, ordenó suspender las clases y cerrar las oficinas gubernamentales a lo largo y ancho de la isla, y también pidió a la gente permanecer en interiores.
Cuando estás muerto, estás muerto”, dijo durante un discurso televisado el domingo por la noche.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos emitió una alerta de tormenta tropical para Barbados, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas.
Se prevé que la tormenta deje caer entre 5 y 10 centímetros de lluvia en Barbados e islas aledañas, con cantidades aisladas de 15 centímetros.