Ahora viene el 2 de octubre

Felipa Nery

Al conmemorarse el pasado 26 de septiembre cinco años de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, hubo una marcha en la Ciudad de México, y pretextando lo mismo, una docena de jóvenes vandalizaron  negocios de la Ciudad de México, desde librerías, hasta bancos como Banamex y Santander. En ningún momento se vio la acción de la policía de la Ciudad de México para contener e impedir que esos jóvenes que actuaban con palos y piedras realizaran estos actos en contra de propiedades privadas, fueron unos comerciantes de la misma zona, que se armaron con palos y frenaron su avance por la avenida Francisco I. Madero, por donde los jóvenes anarquistas se desplazaban desde Reforma,  rompiendo vidrios y causando destrozos a su paso. Esta semana se va a conmemorar el 2 de octubre de 1968, cuando el Estado utilizó al ejército mexicano para masacrar la manifestación de estudiantes y profesores universitarios y bachilleres en la plaza de Tlatelolco, en la Ciudad de México, cuando protestaban en contra del Estado represor que encabezaba Gustavo Díaz Ordaz, esta manifestación regularmente es muy copiosa, son muchas las personas que participan y seguramente esta no será la excepción, sobre todo ahora que ha llegado al poder un gobierno de verdadera izquierda encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien se ha manifestado en todo momento en contra de la represión a los ciudadanos que se manifiestan. En otras manifestaciones con este motivo, se han dado actos de vandalismo, en los que utilizan no sólo piedras y palos, sino también bombas molotov, han sido hechos superiores a los que observamos el pasado viernes en la televisión que causaron los anarquistas por la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, por parte de las autoridades. Por supuesto que coincidimos con el gobierno del Presidente López Obrador, de no reprimir las manifestaciones, pero eso no significa que la policía no actúe para contener los actos de vandalismo. Precisamente a raíz de las agresiones que sufrieron miembros del ejército mexicano en diversas partes del país, ante su presencia para detener a delincuentes y que no se les permitía defenderse, la Comisión Nacional de Derechos Humanos precisó que el Estado tenía la obligación de contener la violencia y debía aplicar los protocolos de actuación con que debe regirse la policía. Eso es lo que deben hacer el próximo 2 de julio, preparar a la policía, no para repeler a los manifestantes, sino para contener, para eso, deberán llevar tanto sus cascos protectores, como sus escudos, para evitar ser objeto de agresiones por parte de los anarquistas. No podemos seguir mandando mensajes al país y a la comunidad internacional de que somos un estado donde no existe autoridad, donde el gobierno le teme a los delincuentes, de por sí que bastante deteriorada se encuentra la imagen de México ante el mundo por la incursión de la delincuencia organizada, como para acrecentarla con actos de vandalismo de los jóvenes. Se necesita dar muestra de respeto al Estado de Derecho, para que vengan los inversionistas, para eso, los jóvenes y la sociedad tiene que estar convencida que en el gobierno que ganó el 1 de julio del 2018, está del lado de la justicia y de los más desprotegidos, pero que eso no significa que sea un estado débil.