Las colas de Medina Mora

Felipa Nery

Ahora que Eduardo Medina Mora, renunció a su cargo como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando le faltaban once años para terminar su período, hay quienes hablan de presiones al Poder Judicial por parte del Ejecutivo. Incluso en el mismo periódico (El Universal), donde Salvador García Soto publicó que en Estados Unidos se le investigaba al ministro por posibles hechos de lavado de dinero, otro periodista, Carlos Loret de Mola escribió que a Medina Mora le habrían dicho: “Renuncias o cárcel para ti y tus hermanos”; también el periodista  Mario Maldonado, de ese mismo medio, publica los números de oficio que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, habría enviado a la Comisión Nacional Bancaria y Valores, en los que se instruía bloquear cuentas bancarias de Medina Mora, sus hermanos, de sus empresas y del empresario mexicano-japonés Susumo Azuru Matsun, ligado a los negocios de Medina Mora, y a quien se le habrían adquirido equipos de espionaje de las Fuerzas Armadas y que un día posterior, después de conocerse la renuncia de Medina Mora, se envió otro oficio, donde mandaban una contra orden, de desbloquear las cuentas que antes se había ordenado bloquear, y que sólo quedaría bloqueada la  cuenta del empresario Susumo Azuru. También en una entrevista con Jhonk Akerman y Sabina, el ministro presidente de Suprema Corte, Arturo Saldívar  Lelo de Larrea declaró que no ha recibido ninguna indicación del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, para resolver en un sentido u otro, determinado asunto que se discuta en la Corte; por el contrario, denunció que él sí recibió presiones por parte del ex presidente Felipe Calderón, para resolver asuntos, ahora se sabe, que habría sido para votar favorablemente el caso de la francesa Florence Cases, a quien México la entregó a su país como una heroína, a pesar de existir evidencias de su participación en una banda de secuestradores, y en vez de mandar a reponer el proceso en el que se le había condenado a 60 años de cárcel, la Corte resolvió concederle la libertad, porque así lo había convenido ya Felipe Calderón, en la visita que hizo a México el entonces Presidente de Francia Sarkozy. Hay quienes hoy argumentan que el Ejecutivo pretende entrometerse en la autonomía del Poder Judicial para resolver asuntos importantes que tiene en litigio, sobre todo, aquellos en los que sus adversarios han buscado frenar los proyectos de construcción de las obras más importantes del  gobierno de la Cuarta Transformación, contra los que se han promovido sendos amparos,  como la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, la decisión de no construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, contra la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, proyectos que son la bandera principal a desarrollar en el sexenio del que el Presidente López Obrador considera un nuevo régimen. Lo único cierto de este asunto de Eduardo Medina Mora, es que  desde que Enrique Peña Nieto lo postuló para ser ministro de la Corte, las protestas fueron generalizadas en su contra, se cuestionaba su honorabilidad y hoy salen a relucir sus ganancias multimillonarias obtenidas desde los mismos cargos públicos que ocupó