José Martínez
Qué tanto funcionan los órganos autónomos en Tabasco. El cuestionamiento quizás se lea a la ligera para algunos, pero es digno de hacer una referencia, sobre todo porque en ellos se invierten millones de pesos cada año, y sus resultados dejan mucho qué desear.
Habría que aclarar que son autónomos respecto de las demás instituciones de gobierno para crear normas sin la participación de aquéllas. Pero no pueden ni deben disponer de los recursos públicos sin control alguno.
Tienen la ventaja de decidir autónomamente su forma de gobierno o gobernanza corporativa, definir el conjunto de materias específicas de decisión, y las normas de procedimiento y técnica de las decisiones.
El Instituto Electoral y Tribunal Electoral, por ejemplo, solo se sabe que existen cuando son tiempos electorales. Luego los ciudadanos ignoran el trabajo que realizan, porque de ahí su actividad se revive cada tres años.
En el 2020, los órganos autónomos de Tabasco ejercerán un presupuesto de mil 107 millones 130 mil pesos; la Fiscalía General del Estado obtuvo el mayor porcentaje de los recursos con 834 millones 295 mil 908 pesos.
En el caso del IEPCT, que había solicitado 254 millones 906 mil 396 pesos para el año entrante, al final el gobierno le asignó 174 millones 793 mil 230 pesos; es decir, 80 millones 113 mil 166 pesos menos de lo que habían proyectado.
Al Instituto de Transparencia (ITAIP) le asignan 23 millones 278 mil 984 pesos; al Tribunal Electoral de Tabasco, 25 millones 766 mil 884 pesos; al Tribunal de Justicia Administrativa, 29 millones 495 mil pesos y a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, 19 millones 500 mil pesos. Es la danza del dinero.
A nivel nacional uno de los primero órganos autónomos fue la Comisión Nacional de Derechos Humanos, creada en 1999, bastante cuestionada, sobre todo por sus resultados. Lo mismo sucedió en cada una de las entidades donde tiene presencia.
Los órganos autónomos son como fantasmas que incluso, dejan de verse por tiempo indefinido. La sorpresa viene cuando se les asigna un monto para que continúen vigentes, pero se inconforman porque quieren más y más dinero.
Lo más reciente sucedió con el Instituto Nacional Electoral, que sufrió un recorte. Una de sus salidas fue trabajar a medias, de forma limitada.
La Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2020, con una reducción de 1,071 millones de pesos a lo que el INE había solicitado (12,493 millones de pesos).
Lorenzo Córdova, presidente del INE, insistió en que esta reducción ocurre en un año en el que debe iniciar la preparación para la “elección más grande de la historia”, las intermedias de 2021, tanto por el número de electores (alrededor de 96 millones) como por el número de cargos de elección federales y locales que estarán en disputa. Lo que deben analizar a fondo es la historia del derroche. Ya no hay recursos para seguir financiando elefantes blancos, tampoco organismos que con el argumento de la autonomía son modelo de abusos. Deberían dar ejemplo de modestia y austeridad.
HABERES
Alrededor de 150 policías municipales de Centla se reportaron ayer en paro, por lo que denunciaron un “secuestro” de las unidades y herramientas de trabajo por parte del director de la corporación. Juan Arias de la Rosa. Uno de los inconformes explicó que cuando algunos de sus compañeros querían atender sus “necesidades familiares” se les cobraba a la mano 300 pesos. Los agentes municipales son el eslabón más débil en la cadena contra el delito.
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