José Martínez
De nuevo más de un centenar de migrantes pretende entrar a tierras mexicanas. Se trata de grupos del vecino país de Honduras.
Desde el sábado están llegando a la frontera sur, y donde ya se provocó un choque con las autoridades.
Los hondureños, en su afán de querer llegar hasta los Estados Unidos, se están desviando por rutas peligrosas, donde solo encuentran selva y pocos pobladores que los pudieran ayudar en caso de algún incidente.
La secretaría de Gobernación lanzó un comunicado e informó que están listos para recibir a los migrantes, siempre y cuando cumplan con algunos requisitos, con su condición migratoria.
Se sabe que dentro de esa caravana que partió desde el pasado miércoles, pueden enrolarse personas que tiene algo que ver con el crimen organizado, o en su caso que huyen por haber cometido algún delito.
Son los focos rojos que debe cuidar la Guardia Nacional al igual que los elementos del Instituto Nacional de Migración.
El problema es que la mayoría de los que se acercan a la frontera sur no cuentan con documentos, lo que hace más grande el problema.
La ola de hombres, mujeres y niños ha creado un caos en el estado de Chiapas, porque es en esa zona donde más se concentran para querer entrar.
El año pasado más de mil centroamericanos hicieron lo mismo, trataron de adentrarse, pero al final fueron replegados.
Algunos pudieron llegar a Oaxaca, mientras otros arriban hasta Tijuana, donde aún permanecen esperando el asilo norteamericano. Lo que dio entrada para que formasen algunas colonias y ser parte de esas localidades.
La advertencia por parte de Donald Trump desde los Estados Unidos fue dura: no se permitirá más indocumentados, por lo que se dio un duro bloqueo.
En México el tema no es nuevo. Desde hace años los migrantes pasan por Tenosique, Macuspana, hasta cruzar Tabasco para dirigirse a Veracruz, Pueblo y luego la Ciudad de México, hasta subir más al norte.
Son momentos difíciles para los guatemaltecos y hondureños, porque muchos se quedan en el camino, siendo los más vulnerables niños y mujeres.
Entre octubre y noviembre de 2018 otra caravana atravesó México con destino a Estados Unidos.
Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en el año fiscal de 2018 fueron deportados 28,218 hondureños, 15,455 salvadoreños y 50,319 guatemaltecos. Solo los mexicanos superan a los centroamericanos en número de expulsiones, con 141,45 retornados. Es decir, en un año Estados Unidos expulsó a más mexicanos que guatemaltecos, hondureños y salvadoreños juntos.
Los centroamericanos permanecen en los diferentes puntos de la frontera con México. Esperan una mínima oportunidad para entrar. La Guardia Nacional tiene una tarea delicada, sobre todo por los derechos humanos que reclaman los migrantes.
HABERES
El presidente de Observatorio Ciudadano Tabasco, Miguel Ángel Jorge Narváez, calificó como positivo el reciente cambio del titular de la Dirección de Prevención y Reinserción Social del Estado. Afirmó que el nuevo director, Francisco Enrique Bartilotti Cahero, tiene “trabajo bastante que hacer”. Cuestionado si considera que la salida de Arturo Maldonado Pulgar, haya sido por los motines registrados en el CRESET, que inclusive dejaron algunos reos muertos, el activista sostuvo que a nivel nacional, actualmente existe un serio problema en las cárceles, y Tabasco no es la excepción.
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