José Martínez
Los programas “Sembrando vida” y “Jóvenes construyendo el Futuro” llegaron a los países de Centroamérica, en específico a Honduras, El Salvador y Guatemala, países a los que otorgaron por parte del gobierno mexicano 30 millones de dólares para financiar el desarrollo.
El objetivo es crear entre 15 y 20 mil empleos directos, y con ellos disminuir la migración de esos países. Cuestión humanitaria y de seguridad.
Es colocar una cortina, pero de trabajo, para que estas personas encontraran una mejor forma de vida, que es lo que piden cada vez que se acercan a esta parte de México por el sur.
Ambos programas se firmaron en el mes de julio en el 2019, cuya medida fue tomada como un salvavidas para ellos.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, explicó que este modelo iniciará de momento en El Salvador, con el objetivo de recuperar las zonas devastadas y deforestadas por el cambio climático que ha afectado a Centroamérica y que se ha convertido –junto a la violencia y la pobreza– en una de las principales razones por las que migran las personas. Posteriormente se replicará en Honduras y Guatemala.
El fin de semana más de dos mil hondureños llegaron a la frontera sur, y a pesar del llamado de las autoridades poco importó, ya que al tratar de ser replegados, tomaron como camino el río Suchiate.
Ahí enfrentaron a la Guardia Nacional; se tuvo que usar la fuerza. Aunque cientos de hondureños sí lograron entrar.
La migración por parte del llamado Triángulo Norte persiste a pesar de la ayuda que México implementó para esa zona de Centroamérica.
La caravana migrante, hasta donde se sabe, espera a más personas para sumar unas ocho mil personas, y tener más fuerza para derribar las barreras mexicanas.
El municipio guatemalteco de Tecún Umán calculó la presencia de 2,500 personas que permanecen en la Casa del Migrante y campamentos extraordinarios, aunque otros migrantes, como Otulio Bautista, descansan en el puente Rodolfo Robles, que une Guatemala con Chiapas.
Este fenómeno recuerda a lo ocurrido en octubre de 2018, cuando diversas caravanas de miles de migrantes entraron en México huyendo de la pobreza y la violencia. Su meta: llegar a territorio estadounidense. El hecho provocó tensiones entre el gobierno mexicano y el de Estados Unidos.
Ambos países llegaron a un acuerdo en junio de 2019 por el cual Estados Unidos retiraba su amenaza de imponer aranceles a los productos mexicanos a cambio de que el gobierno mexicano desplegara la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala para frenar el flujo migratorio.
Se sabe que los migrantes huyen ante la falta de oportunidades en sus países, pero quien tiene que resolver el problema social es cada uno de los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala. De lo contrario será México el que al final trate de apagar el fuego. Pero tampoco podemos ignorar que estamos ante un reclamo humanitario, lo que pedimos para nuestros paisanos en EEUU, y ante un riesgo para la seguridad, por las bravatas de Donald Trump.
HABERES
El gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, dijo que espera que se actúe con respeto al Estado de Derecho en el caso de la Unión Ganadera Regional de Tabasco (UGRT), que derivó en la detención de su líder Baltazar Sánchez. Indicó que el estado no puede ser más el ‘paraíso de la impunidad’, esto al señalar que se buscará garantizar que los responsables de la condonación irregular de los 30 millones de pesos que el gobierno le prestó a esta organización, respondan por estos hechos. Aquel acuerdo lo firmó el entonces titular de Sedafop, Pedro Jiménez León.
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