Hombre que unió a Tabasco

Felipa Nery

El pasado martes se celebró el centésimo aniversario del natalicio del ex gobernador Mario Trujillo García, quien gobernó Tabasco de 1971 a 1976, cuando se encontraba en la plenitud de su vida, a los 51 años de edad, fue postulado, cuando era  diputado federal y antes se había desempeñado como abogado en la Ciudad de México; llegó a ser gobernador precisamente en los tiempos en los que el país pasaba por algunos movimientos revolucionarios, en los que la juventud y la clase pensante como académicos universitarios reclamaban espacios de participación política, así como apertura democrática. El movimiento de 1968 aún estaba fresquecito, por lo que en las universidades del país habían resquicios de esos levantamientos que tenían convulsionado al país y Tabasco no era la excepción, grupos de jóvenes tomaban la universidad y provocaban desmanes que hacían ingobernable a la máxima casa de estudios que desde 1966 había alcanzado su autonomía. Uno de los principales logros del gobierno de Mario Trujillo, fueron precisamente lograr la pacificación de la universidad, mediante el diálogo y la conciliación con los grupos estudiantiles, a los que dio participación política, lo que a partir de esa fecha permitió que la UJAT se fuera consolidando en la calidad de sus estudios, como universidad pública; otra obra importante y de mucha utilidad hasta la fecha, desarrollada durante el gobierno de Mario Trujillo, fue el periférico de Villahermosa, que permite la fluidez vehicular  de las colonias populares, hacia la ciudad capital; sacó el reclusorio del corazón de la Ciudad (estaba en la colonia Reforma), y construyó otro, el que ahora se ubica en la Ciudad Industrial, misma que también él construyó;  durante su gobierno también se impulsó la ganadería, la producción platanera, cacaotera y demás actividades agropecuarias que florecieron en ese período, mismo en el que la actividad petrolera aun iniciaba su auge y no derramaba beneficios económicos a la entidad por su explotación. Mario Trujillo también impulsó la participación de jóvenes en la actividad política, de entre ellos resaltan: Juan José Rodríguez Prats, Humberto Mayans Canabal, Arturo Núñez Jiménez, que en aquella época se formaron en el Partido Revolucionario Institucional y después incursionarían en otros partidos políticos. Fue un hombre conciliador, que impulsó en todo momento la unidad del pueblo, pues aseguraba que sin unidad no se podía avanzar. Mario Trujillo fue un hombre muy apreciado por los tabasqueños, hasta los últimos días de su vida, pues siempre se le vio participar en actos públicos y políticos, precisamente ese cariño del pueblo de Tabasco también lo han cultivado y mantenido sus hijas que han vivido aquí todo el tiempo, principalmente Graciela  y Georgina, que siguieron los pasos de su padre, al dedicarse a la vida política y de la educación. En estos cien años del natalicio de don Mario Trujillo, han participado no sólo sus familiares y amigos, sino que el gobierno del estado, a través de la secretaria de Cultura, Yolanda Osuna Huerta, llevan a cabo sendos homenajes, para honrar su memoria.