Esperemos que detonen los empleos

Felipa Nery

El Presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con la secretaria de Energía, Rocío Nahle,   informaron en la conferencia mañanera, que ha quedado preparado ya el terreno donde se construirá la refinería de Dos Bocas, y que ya iniciará la construcción, para lo cual  se encuentran en ese municipio las empresas que trabajarán en la edificación de este complejo industrial procesador del petróleo, para darle valor agregado a la materia prima que se extrae de la entidad. Se llevó poco más de un año la limpieza y compactación del terreno, tiempo en el que no se generaron muchos empleos, como esperaban los miles de desempleados que se anotaron en la bolsa de trabajo con la esperanza de ser llamados para ocupar un empleo, después de años de encontrarse de brazos caídos, algunos desde al año 2014, a causa de la caída de la producción del petróleo, que la paraestatal y las compañías petroleras despidieron personal por miles. En el primer año de trabajo de preparación del terreno donde se ubicará esta refinería, allá en Dos Bocas, la generación de empleos fue principalmente para los volqueteros, que se encargaron de retirar todo el material de desecho que permitiera el relleno para compactar el terreno que ya está listo para iniciar con la edificación de esta obra que no sólo permitirá darle valor agregado al petróleo, sino que durante su construcción generará miles de empleos,  para los tabasqueños y también para profesionistas de otras entidades, a través de las compañías que han sido contratadas, a las que el gobierno federal ha dado prioridad, principalmente a empresas mexicanas que tuvieron el acierto de asociarse para estar en capacidad de  atender las necesidades que se presentan para la construcción de esta refinería. Esta obra no hubiese sido posible detonarla en Tabasco, si no fuera por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, tabasqueño convencido de la necesidad de impulsar el desarrollo de su tierra y del sureste que ha permanecido olvidado por los gobiernos anteriores, quienes destinaron su respaldo al crecimiento del norte y centro del país, mientras que el sureste se mantuvo rezagado de toda posibilidad de que su población pudiera acceder a mejores niveles de desarrollo, porque si bien cuando aquí se dio el boom petrolero, que se exprimió a Tabasco de la riqueza que significa el oro negro, la población en general, no fue la más beneficiada, sino por el contrario, ha sido la que más perjuicios ha sufrido, no sólo por las enfermedades graves que se detonaron a partir de la intensa explotación petrolera, sino también, por todos los males sociales que vinieron aparejados con ese boom petrolero, que nos acarrearon alcoholismo, prostitución, desintegración familiar, que hoy junto con otros problemas, nos han convertido en una entidad donde se hace difícil vivir en armonía, porque faltó educación de calidad que permitiera a la población una mejor educación para convivir y aprovechar los beneficios de esa explotación petrolera. Así es que ahora con esta refinería, hay que aprovechar con inteligencia los beneficios que pueda dejar a favor de nuestra sociedad.