Decenas de personas permanecen sepultadas bajo los escombros tras el derrumbe del Hotel Xinjia, en la localidad oriental china de Quanzhou, en Pekín, un edificio que servía de centro de cuarentena para prevenir la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.
Hasta el momento, al menos 38 personas fueron rescatadas de las 70 que se encontraban en el interior del hotel cuando se derrumbó.
Un operativo de emergencias compuesto por 147 efectivos trabaja para intentar rescatar a las personas que siguen atrapadas. El edificio, como otros centros hosteleros y deportivos de gran capacidad de China, había sido adecuado como centro de observación para contactos cercanos de enfermos de neumonía por el coronavirus.
A raíz de la epidemia de Covid-19, que ha dejado en China al menos 3 mil muertos y más de 80 mil infectados, el Gobierno del país asiático ha puesto en marcha una serie de medidas para frenar los contagios de la enfermedad, como la construcción de varios hospitales provisionales en tiempo récord o la habilitación de edificios de otros usos para el combate contra la enfermedad.
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