Ocasionalmente la policía colombiana lanza una bomba aturdidora para espantarlos. Pero cientos de venezolanos se las ingenian para franquear los pasos ilegales y las restricciones que ambos países han impuesto para frenar la pandemia, porque, sobre todo, temen morir de hambre.
“El coronavirus es Maduro. Mientras no saquen esa enfermedad de Venezuela nunca se va a acabar esto”, dice un joven con tapabocas que trabaja cargando maletas y pidió mantener su identidad en reserva.
Para contener la expansión del Covid-19, que con las horas multiplica los muertos y los contagios en el mundo, el presidente Iván Duque cerró los siete pasos fronterizos terrestres a lo largo de la porosa frontera de 2.200 kilómetros que comparten Colombia y Venezuela.
El mandatario Nicolás Maduro ordenó luego a los venezolanos entrar en cuarentena total, una medida que también comenzará a regir a partir del miércoles en territorio colombiano. Duque desconoce el gobierno de Maduro, al que califica de dictadura, y aun con la crisis global sanitaria en curso, solo acepta coordinar acciones a través de organizaciones internacionales de salud.