José Martínez
Me platicaba una persona que el coronavirus sigue en la clase social media y alta. Se trata de las personas que viajaron y trajeron la enfermedad y a su vez contagiaron a sus familiares y estos a sus amigos, y de ahí se fue ampliando la cadena.
Hasta el momento el Covid-19 no ha bajado del todo a la conocida clase baja, donde los números se dispararían al por mayor.
A este extracto social pertenecen los que ganan dinero con el día a día, son quienes luchan diario por llevar el alimento a la casa, pero desafortunadamente son quienes no están haciendo caso de la cuarentena.
Son muchas las razones que los ocupan, primero el trabajo, segundo, no lograr comprender la magnitud del problema.
UN caso concreto es lo que ocurre en Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, donde los muertos son incinerados en la calle, porque los panteones no dan abasto, y las autoridades tanto sanitarias como de Salud están rebasadas.
El puerto de Guayaquil tiene la mayor tasa de mortalidad del país por la Covid-19 y la más alta de Latinoamérica: 1.35 muertos por cada 100,000 habitantes, por encima de la de Sao Paulo (0.92), según el médico salubrista Esteban Ortiz, de la Universidad de las Américas de Ecuador.
La paralización detuvo el trabajo de cementerios y funerarias, que además se muestran reacias a lidiar con los muertos en sus viviendas por miedo a que hayan perecido por el nuevo coronavirus y sean fuente de contagio.
Cientos de familias viven en estado de shock porque al morírsele un familiar de coronavirus, no saben a dónde acudir porque nadie les hace caso.
Las redes a través de videos son quienes dan cuenta de que las calles se están volviendo cementerios ambulantes, sobre todo porque se ven algunas fumarolas provocadas por cuerpos en llamas.
El sistema de salud de Guayaquil está bajo máxima presión mientras su alcaldesa, Cynthia Viteri, cumple con la cuarentena tras haber contraído el virus.
Al mismo tiempo se viralizan videos que muestran a gente con tapabocas desplomándose.
Es precisamente la advertencia que lanzan las campañas de Salud, y a donde no se quiere llegar, a esta desesperación llena de terror por vivir entre el virus y a muerte.
México está a tiempo. Tabasco está a tiempo. Lo menos que se pueda estar fuera de casa es lo mejor.
HABERES
El gobierno del estado de Tabasco informó que los establecimientos que participan en la provisión, servicios y proveeduría de alimentos e insumos médicos, seguirán operando durante la contingencia sanitaria por el COVID-19, asimismo exhortó a la población a evitar las compras de pánico.
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