Frente a la crisis, Tabasco tiene que dar el ejemplo

José Martínez

Los ciudadanos tabasqueños hicieron historia en julio del 2018 al votar masivamente por un paisano para llevarlo a la Presidencia de la República. Si bien es cierto que Andrés Manuel López Obrador recibió más de 30 millones de sufragios en el país, Tabasco se distinguió por darle prácticamente ocho de cada diez papeletas.
Lo mismo sucedió con Adán Augusto López Hernández en esa misma jornada, que lo convirtió en el gobernador más votado en la vida política del estado.
En estos días, esa mayoría ciudadana tiene que expresarse en hechos. No basta acudir a la urna y depositar el voto. Ese acto significa una esperanza y un compromiso. Esperanza en que quien es elegido sea el líder que un pueblo necesita; compromiso, porque con ese acto el votante asume también la responsabilidad de acompañar las decisiones justas y necesarias de los gobernantes.
No excluye, por supuesto, a quienes sufragaron por otra opción, porque es evidente que más allá de las convicciones partidistas cuando alguna acción es benéfica para todos no debe haber discordias. Pero los más obligados son quienes escogieron la opción gobernante.
Digo esto porque ahora, como nunca, vivimos una crisis en la que va de por medio la salud, la vida y la tranquilidad de todos. De los mexicanos y de los tabasqueños en especial.
Me refiero, claro, al grave problema del coronavirus y en el cual lamentablemente la población tabasqueña se ha ubicado en una de las cinco entidades con más alto y rápido contagio. Por eso las autoridades se han visto en la necesidad de medidas más rigurosas; pero el llamado sigue siendo, como lo dijo el gobernador Adán Augusto el martes reciente, a la conciencia de la población.
En estos días que vienen, y en especial el fin de semana, los habitantes de Tabasco debemos dar un ejemplo nacional; demostrar que estamos dispuestos a responder con acciones al llamado a la solidaridad y a la responsabilidad. Ayudemos a disminuir los contagios y la presión sobre el sistema hospitalario; evitemos el aumento de infecciones y muertes.
En una crisis es cuando se ponen a prueba las convicciones y el compromiso real con nuestros semejantes. Estamos en una crisis que podemos hacer más leve y llevadera; hacer posible que salgamos más pronto y con menos costos. En realidad es poco lo que se nos pide para lo mucho que se ganará.
HABERES
Acompañamos desde estas modestas líneas a todos aquellos que han perdido un familiar, un amigo, un conocido en esta brutal pandemia. Vivimos sin duda un duelo nacional y todavía nos queda un tramo difícil en el que requerimos de todos.