El cuerpo de don Luis Adrián de 61 años, cuyo cadáver fue el primer rescatado de entre los fierros retorcidos del accidente del Metro ayer, fue entregado a sus familiares esta tarde; la víctima fue también el primero de los fallecidos que es entregado a sus seres queridos.
Su hijo mejor, Luis, fue quien lo reconoció. Dijo en entrevista que desde ayer a las 11:00 de la noche lo estuvo buscando, recorriendo hospitales y morgues hasta que le avisaron que estaba en la Coordinación Territorial Iztapalapa-6, acuso desatención por parte de las autoridades.
“El cuerpo de mi papá estaba destrozado, me dijeron que murió aplastado por toda la gente que le cayó encima. Me hicieron dar muchas vueltas para reclamarlo pero ya lo tenemos con nosotros, mi familia esta destrozada y pedimos justicia”, comentó el joven al tiempo que mostraba el acta de defunción.
PROTESTAN
Al grito de “No fue un accidente, fue el Estado” y “La Negligencia y la Corrupción no son Accidentes”, un grupo de no más de 100 jóvenes realizaron esta tarde una marcha de la estación Periférico Oriente a la zona donde se desplomó el tramo elevado de la Línea 12 del Metro.
Con diversas mantas y consignas, los jóvenes protestan frente al cerco instalado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC) que les impide avanzar sobre la avenida Tláhuac, a la altura de la estación Olivos.
Algunos manifestantes tienen el rostro cubierto.
Por su parte, habitantes de Tláhuac manifestaron su rechazo ante los dichos de las autoridades capitalinas que previo al siniestro no hallaron ninguna falla en el tramo elevado de la Línea 12.
Molestos y ubicados en una plaza comercial que da frente al lugar siniestrado, señalaron que sí había fallas en este tramo del Metro, y que cada día eran más notorias.
SI TENÍA FALLAS EL TRAMO ELEVADO, SEÑALAN VECINOS
Habitantes de Tláhuac manifestaron su rechazo ante los dichos de las autoridades capitalinas que previo al siniestro no hallaron ninguna falla en el tramo elevado de la Línea 12.
Molestos y ubicados en una plaza comercial que da frente al lugar siniestrado, señalaron que sí había fallas en este tramo del Metro, y que cada día eran más notorias.
“Periférico Oriente se movía todo. Aquí (Olivos) cuando esperábamos el vagón, el de enfrente pasaba y se cimbraba, se cimbraba horrible. Nosotros nada más decíamos que no nos pase nada”, dijo la señora Beatriz.
También entre gritos y llanto otra mujer dijo que las autoridades tenían que responder por los muertos.
“Esto ya tenía tiempo, desde el sismo. El Metro se oía bien feo… pero necesitaban ver esto”, dijo.
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