José Martínez
Tabasco por naturaleza es apto para la agroindustria. Falta sí, un detonante en nuestro estado. Aunque la palanca es el petróleo, resulta sano apostar por darle valor agregado a lo que en su momento le dio vida económica a la entidad.
Recordemos que en Tabasco estuvieron hace unos días representantes de la Financiera Nacional de Desarrollo, del Consejo Estatal Agropecuario del estado de Colima, y el secretario del consejo nacional bananero, quienes junto al gobierno estatal impulsan varios proyectos.
Uno de ellos, el laboratorio de reproducción de tejido vegetal que permitirá la reproducción de clones resistentes a las plagas, donde destaca el plátano.
De acuerdo a lo expuesto por los especialistas, el laboratorio se construirá en una superficie de 14 hectáreas en el municipio de Teapa, zona de origen bananera.
Buena medida, y sobre todo porque ya se está pensando en otro sector productivo que vendría a dar empleos y aprovechar la tierra tabasqueña. Proyectos como esos son los que requiere la entidad.
En la misma línea, el presidente de la Comisión de Energía, Manuel Rodríguez González, junto con los presidentes de las comisiones de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, Rubén Gregorio Muñoz Álvarez; así como de Asuntos de la Frontera Sur, Ismael Brito Mazariegos, presentaron el proyecto “Bajo Usumacinta”, que busca hacer del sur-sureste un polo de desarrollo agroindustrial en beneficio de productores de Tabasco, Chiapas y Campeche.
El diputado federal por Tabasco indicó en una reunión donde estuvo el mismo gobernador del estado, Carlos Manuel Merino, que se pretende aprovechar el potencial productivo de alrededor de 250 mil hectáreas en la región.
“El mecanismo está llamado a ser una alternativa de bienestar económico, así como un detonante del empleo y la autosuficiencia alimentaria”. Algo que otros países buscan de forma urgente ante la aceleración del cambio climático, porque saben que algún día se carecerá de granos, principalmente.
Se busca resolver un problema de abasto nacional en varios aspectos de la producción que México necesita.
Este plan de desarrollo agroindustrial tiene como propósito detonar las actividades del campo, a partir del aprovechamiento del agua, de la que Tabasco tiene en abundancia.
Por su parte, Rubén Gregorio Muñoz, explicó que es aprovechar la situación orográfica que tiene el Bajo Usumacinta, son obras de aprovechamiento hidráulico por desniveles, es un proyecto que tiene un principio de sustentabilidad donde lo que se quiere es respetar el medio ambiente. Hay que concretar las buenas intenciones.
HABERES
Este miércoles, el Gobierno de Tabasco emitió un nuevo decreto: todos los establecimientos en la entidad podrán operar ya sin restricción de aforo, es decir, al 100 por ciento de su capacidad y en sus horarios habituales. Es una buena noticia para las actividades esenciales que ya requieren entrar a la normalidad.
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