De regreso…

Marichuy Castillo

El regreso, o regreso, es la acción de volver, y francamente se siente bien, volver, regresar, a casa, al lugar en donde una vez tuve la fortuna de ser recibida para escribir cientos de comentarios de igual número de temas sin que alguna vez fuera coartada la libertad de expresión, porque el periodista, escribidor, narrador o comentarista en el medio escrito, siempre encontrará la manera de decir las cosas al buen entendedor.

Y es que luego de estar “aislada” en muchos sentidos, volver a tocar temas relacionados con nuestra cotidianeidad adquiere un nuevo significado en esta “normalidad,” que tiene un nuevo significado para muchos. He tenido la oportunidad de visitar a muchas personas que solo a través del teléfono podía tener comunicación y la diferencia es enorme, sentir sus olores su presencia, nos y me hace sentir bien, hablar sobre los familiares, conocidos, los amigos que no volveremos a ver que se fueron al inicio de la pandemia que azotó terriblemente al mundo y del cual no fuimos ni somos ajenos, cuando no se sabía como tratar al cobid-19 y a pesar de que aún nos encontramos en medio de este acontecimiento, ya se sabe más que en sus inicios, al cual cada día se le hace frente de manera profesional a este virus.

En el primer mes –como en abril- donde verdaderamente estuvimos aislados lo tomé como una largas vacaciones hice caso de los consejos que nos daban, ordené mi guardarropa por colores, blusas mangas cortas y largas, las de fresco, las de “frio”, los zapatos, las sandalias,  papeles que guardaba ya sin razón de ser, y luego me sobro el tiempo, y me hice adicta las series de neflick, pero era tiempo de regresar, es que el regreso siempre es esperanzador como un comienzo, y ser sobreviviente del covid, es un honor, recordar y porque no llorar por  los que se nos adelantaron, con quienes compartimos parte de nuestras vidas, experiencias distintas en ámbitos diversos, a los que llevaremos en nuestro corazón por esos buenos momentos que harán que estén vivos y al lado de nosotros.

Ahora todos los días son un desafío y las cosas siempre cambian esa es la única constante, uno obtiene más experiencias, incrementa sus conocimientos, interpreta verdades de la paz y la tranquilidad y descubre hilos que en eventos anteriores no veía, y cuando estos cambios se incorporan a nuestra vida, nos hace posiblemente mejores, y gracias a ello uno se siente lleno de energía cuando retoma proyectos que por alguna circunstancia habían quedado rezagados, ahora que los cambios me hacen sentir mejor persona más metódica, más prudente, pero también más observadora, puedo decir que estoy más lista para retomar este espacio que me alienta a compartir mis ideas sino que me llena con una de mis actividades favoritas, escribir.

Es por eso que formalmente acepto el regreso de PRESIDIUM, este espacio en donde le digo a mis cuatro lectores (se lo fusilo a Catón) lo que pienso y al que no también. Por eso agradezco a los directivos, a los amigos de esta casa editorial por abrirme  de nuevo sus puertas para externar mis opiniones, espero nos leamos una vez más.