José Martínez
En el llamado Caso de Ayotzinapa, uno de los crímenes más brutales del México actual, hasta el momento la llamada “verdad histórica” no se ha descubierto. Los protagonistas reales están escondidos. Los familiares de los protagonistas en carne y hueso siguen pidiendo justicia, a pesar de que han pasado varios años de aquella desaparición.
En el sexenio de Peña Nieto se dijo tanto, y al final nada se pudo concretar. Que fueron quemados, tirados en un basurero, lo único cierto es que los estudiantes de la normal rural nunca regresaron a sus hogares, y sus padres no pierden la esperanza de encontrarlos con vida.
Se dijo que las autoridades de esa administración de Peña Nieto están involucradas, al igual que un grupo de militares, y el crimen organizado.
Otra percepción generalizada es la incompetencia o complicidad que mostró la Procuraduría General de la República. En estos momentos su titular Jesús Murillo Karam está recluido, encarcelado.
Pero eso tampoco resuelve dónde quedaron los cuerpos en caso de haber muerto. Los 43 estudiantes de Ayotzinapa, al menos tienen un culpable. En aquel tiempo Murillo Karam dijo se estaba preparando a un equipo de investigación y que el jefe de la agencia de seguridad y él serían los responsables directos de la investigación sobre Ayotzinapa.
De acuerdo con el Presidente, la declaración de “seremos los responsables directos de esta investigación”, muestra que Murillo Karam se inculpó, pues él estuvo a cargo de la investigación de la que surgió la llamada “verdad histórica” (Animal Político 22/08/22).
Los normalistas cumplirán este 26 de septiembre ocho años de haber desaparecido. Hasta el momento continúan las investigaciones. Sus rostros están plasmados en pancartas con sus respectivos nombres, con la leyenda: ¡vivo se lo llevaron! ¡con vida lo queremos!
Sobre el tema se ha corrido tanta tinta. Se filmaron algunos documentales y películas. Se han escuchado las voces de los padres de familia. Todo conjugado en indignación, sobre todo porque al final los familiares pedirían los cuerpos para ser velados y darles sepultura, pero ni eso pudieron hacer.
Los vieron por última vez en aquel día que subieron a un autobús, luego vino la noticia llena de tragedia, acompañada de la pobreza e impotencia.
El Presidente de México ha dado la instrucción para que se resuelva de una vez por todas el caso, que no se quede en el aire y luego en el olvido, al contrario, es justo para esas madres saber qué pasó y por qué.
HABERES
Versiones diversas hay en torno a los cambios ordenados por el gobernador Carlos Merino en uso de sus facultades. Un señalamiento es que tales relevos responden a una reacción por el pronunciamiento que los cesados hicieron a favor de la doctora Claudia Sheinbaum. El mandatario estatal puntualizó que esa es sólo “una apreciación”, porque “aquí en Tabasco nos gusta un poco generar telenovelas (…) donde no las hay”. En efecto, ya pasaron los tiempos en que un funcionario era sancionado por sus opiniones. Como dijo AMLO: estamos en tiempos de la libre manifestación de las ideas.
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