Acciones para jóvenes, una tarea de gobiernos y sociedad

José Martínez

Desde hace décadas se fundaron en el gobierno federal y en los estados los llamados institutos para la juventud. En el discurso una preocupación, en la realidad una serie de políticas erráticas.

Una preocupación que expresó desde un principio el presidente Andrés Manuel López Obrador es la vulnerabilidad de los jóvenes. Le preocupa que este grupo caiga en manos de la delincuencia. Le preocupa que asegurarles un mejor futuro.

Sin embargo, en diversas ocasiones reconoció que es difícil hacerlo de la noche a la mañana. Por esa razón, instruyó que se construyeran más universidades bajo el nombre de Bienestar Benito Juárez, con carreras en Derecho y Medicina, y que estuvieran en lugares donde hay una verdadera necesidad.

Estas instituciones educativas poco a poco han ganado terreno en el país, se reconoce que falta mucho por recorrer, pero la intención es excelente. Hay, por supuesto, serias críticas debido tanto al tipo de carreras como a la calidad académica. Pero ahí están para ofrecer una opción ante la saturación de las instituciones de educación superior y el alto costo en las privadas.

A de las Universidades del Bienestar la par están las becas que se les da a los jóvenes, también con el objetivo de poder ayudarlos con sus estudios. Un recurso que les apoyará en la compra de materiales, lástima que algunos no sepan aprovechar estos momentos.

Y que, en el caso concreto de los miles de jóvenes, son carne para quienes se dedican a los actos ilícitos, porque ahí podrían encontrar una forma fácil de vivir.

Por esa razón quiere ganarle tiempo al tiempo con sus programas sociales, pero ojalá en un corto tiempo los jóvenes pudieran comprender que es necesario ganarse la confianza. Una confianza que la misma sociedad pueda reconocer.

Sobre esta idea del progreso, AMLO ha indicado que no descansará de darle apoyos, e incluso, instruyó para que se quedaran de forma permanente, para que los gobiernos que vengan sigan tal ejemplo.

Es una huella permanente. Se trata de un pensamiento práctico, no sólo palabras que luego se diluyen.

Los jóvenes tienen esta gran oportunidad para salir adelante, sobre todo, quienes viven en comunidades apartadas, donde la tecnología es ajena a ellos.

Un programa emblema es el de “Jóvenes Construyendo el Futuro”, el cual se ha replicado en algunos países de Latinoamérica. Esos gobiernos vieron en él mucha nobleza y con buenos resultados. Es necesario perfeccionar el método,  lograr la verdadera integración de los niños y jóvenes, recuperar el espacio que se le ha dejado a quienes promueven los vicios y no las virtudes.

HABERES

Ahora le tocó a Marcelo Ebrard mandar a su gente a Tabasco. A la tierra de uno de los aspirantes, Adán Augusto López. Antes estuvieron aquí Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal. Empezaron a trabajar ya las estructuras del aún secretario de Relaciones Exteriores. Declararon que Ebrard es uno de los hombres más cercanos al Presidente de México, aunque eso no significa una garantía para ser el abandero de Morena. Faltan las encuestas. Son cercanos Claudia Adán y Marcelo, sostiene AMLO.