José Martínez
Después de lo que se conoce como la Semana Santa se tiene que remontar casi todo. Los restaurantes y hoteles ven buena fortuna, lo mismo balnearios, playas y ciertos comercios.
La gente mueve dinero. Las compras para salir por lo menos unas horas a cualquier lugar donde haya agua y se puedan sumergir.
Son dos o tres días para vacacionar. Aunque el problema viene después, los pagos, las deudas, todo ese corte de caja que se debe saldar, porque de lo contrario empiezan los disgustos.
En Tabasco la fiebre es como en otros estados. De acuerdo con Protección Civil fueron más de 66 mil personas las que se movieron en estos días. ¿Importó no tener recursos económicos?, no. Lo que se quiere es a vacacionar y punto.
Por un momento se pudieron olvidar del PRI, PAN, PRD y Morena, las discusiones entre partidos que en realidad no llegan a nada.
Se olvidaron de los feminicidios, los incendios, el costo del gas, la falta de agua, las marchas y plantones. Los tabasqueños olvidaron por un rato del covid, que según la secretaría de Salud va a la baja. Nos olvidamos de las enfermedades crónicas.
En este breve descanso bien se pudiera aprovechar para ordenar libros, el jardín, e incluso organizar los días de trabajo que se avecinan.
Porque en realidad no hay días muertos sino vivos que nos ayudan a remontar ese tiempo que venimos arrastrando y que posiblemente digamos que lo hemos perdido.
Quizás deberíamos prepararnos más para esta pequeña temporada, donde la religión católica le brinda admiración y respeto, no así las demás.
Porque el comer no comer carne tiene un significado para algunos, mientras otros dicen que no es un pecado hacerlo. Cada quien con su forma de ver a la vida, y de actuar entre una vorágine que nos preocupa, pero sin ocuparnos.
Si pensamos por un momento que estos días llamados “santos2 es nuestro juicio, bien valdría la pena sentarnos en el banquillo de los acusados para reflexionar todo aquello que nos vayan diciendo.
Y sí, guardamos estos días porque de esa forma creemos que estamos haciendo un desafío respecto a las creencias. La otra semana sabremos que si hubo o no una satisfacción personal.
Por el momento los balnearios, ríos y mares se vieron repletos. Muchos rostros llenos de alegría, ¿y las preocupaciones?, a partir de hoy señores, a partir de hoy renacerán, no como un mito sino como una realidad.
HABERES
La Sedatu a veces ya no sabe cómo explicar que la obra del malecón en la ciudad de Villahermosa tiene avances significativos, que por algunas razones el ciudadano común no puede apreciar. Hace unos días declaró que los avances van arriba del 50 por ciento. Esperemos que san cierto.
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