Que cuarenta y dos años no es nada

Marichuy Castillo

“El amor, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, es benigno, es sufrido, no tiene envidia, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”  1ra. De Corintios 13: 9

Con Adan y Eva, dios instituyó la relación de esposa y esposo, como una relación de igualdad (génesis 2:24) éste, es fundamental para la ley de Dios, para esta vida y la postrera, el propósito es asegurar la decendencia, “procread y multiplicaos”, el matrimonio como sacramento es signo real del amor del Creador del Universo por el mundo.

Dentro de los elementos considerados como importantes en una relación de matrimonio se encuentran, el respeto, afecto, apoyo incondicional, disposición, libertad, empatía, complicidad y comunicación, de manera legal el matrimonio es una institución social, que involucra a dos personas físicas hombre y mujer, oficializando un vínculo de pareja, con las normas legales, sociales e incluso religiosas dictaminada por la sociedad.

Según las estadísticas en el dos mil veinte, el veintinueve punto seis por ciento de los matrimonios se disolvió legalmente después de veinte años, cuarenta y seis por ciento, duró entre seis y 20 años, el veintiuno por ciento sobrevivió de uno a cinco años, mientras que el uno punto cinco, fue menor a tres años, esto hasta septiembre del dos mil veintiuno, abandono y adulterio son entre otras causas de divorcio, uno tres y diez años, son los tiempos de crisis de  inestabilidad.

Berenice Priego y Estela Oropeza, pertenecen al mundo, pero no son del mundo, muy jóvenes toman la decisión de juntar sus vidas, empleado de pemex -así dice El- con un salario mayor al de cualquier otro trabajador puedes mirar por encima del hombro a más de uno, y claro los amigos, el vino y las mujeres no han de faltar, pero Dios tenía otros planes, parte de la felicidad en esta vida son los hijos que no faltaron, ahí conocerían que la divinidad existe, pues en varias ocasiones les dio muestras de eso, cuando decide dejar su gran empleo, y dedicarse a las cosas de Dios, no falto quien le dijera que estaba loco, y efectivamente desde entonces enloqueció por servirle, con su ayuda  han logrado sortear todos esos factores, padres de más de tres hijos, y muchos nietos, en el pastoreo de su rebaño han logrado a la par de sus descendientes biológicos, formar una querida familia en muchos rincones de este País.

De testigos.- El ser honrado requiere valor y sacrificio, especialmente cuando otras personas tratan de persuadir y justificar una conducta deshonesta, una persona honesta se guía por valores morales, el acatar  las leyes y el respeto a los otros hace a un ciudadano, porque dice el refrán “de lo ajeno ni un pelo”, un ciudadano bien, siempre apoyará la verdad, la justicia y la amabilidad y actuará en dirección de esta, desde su vida privada hasta lo público, ya que una persona digna actuará con rectitud aunque nadie lo esté viendo. Hace dos viernes, al salir de la escuela abordé un taxi amarillo, la reputación que se han ganado estos trabajadores del volante es conocida, al efectuar el pago, con otras cosas que traía, me descuide dejando mi bolso en el asiento trasero del vehículo, podrán imaginar mi desesperación, si cuando dejas el teléfono te sientes fatal, pues dejar la bolsa con mis cosas personales y el celular, ni para que contarles, pero Dios es bueno y las personas honradas también, luego de tratar de localizarlo sin ningún éxito DON ENRIQUE, trabajador que maneja el taxi número 5462, regresó a mi casa, a dejar mi bolso intacto, sin haber tocado NADA, ese, ese es TAXI SEGURO, gracias mil don Enrique.